La tendencia se mantiene, en estos tiempos hay diseños que logran recordar lo antiguo, como lo hacen con estas bicicletas que parecen ser de años y años, sus modelos te darán ganas de quedarte con una.
Según un grupo de defensa del medio ambiente de EE.UU., la producción de bicicletas se cuadruplicó entre 1950 y 2007. Además, durante los últimos 10 años la bicicleta ha gozado de una suerte de renacimiento,
gracias a la mayor disponibilidad de materiales ligeros y a los avances
en la seguridad y la comodidad, así como a los sistemas de motores eléctricos.
Asimismo, las bicicletas son cada vez más hermosas. Los pequeños fabricantes,
las tiendas personalizadas y los diseñadores independientes están
reinventando el humilde velocípedo mediante formas y tecnologías de
vanguardia.
Pues, para los amantes de dos ruedas aquí te dejamos una galería :
Wood.b Duomatic, de BSG:
Línea de bicicletas Wood.b del fabricante francés BSG, combina piezas de metal con componentes estructurales de chapa de fresno. El producto terminado, que es tan caro como luce, parece estar más cerca del arte que de la ingeniería.
No se deje engañar: el cuadro de la BSG promete una durabilidad excepcional y el uso de componentes de aluminio pintados mantiene a esta bicicleta en un razonable peso de 15 kilos.
Parabike, de Pashley
El fabricante de bicicletas Pashley, que se encuentra en el mercado desde los días del Rey Jorge V, es conocido por sus estilo clásico y eminente inglés: bicicletas asientos Brooks, timbres tipo campana y grandes cestos de mimbre.
El nuevo Parabike de Pashley es un exponente de la historia británica, aun cuando remita a un capítulo menos refinado de la misma. La bicicleta hace recordar al modelo Airborne de la época de la Segunda Guerra Mundial, que fue transportada hacia la Francia ocupada por paracaidistas británicos.
La versión de Pashley, a pesar de no
haber sido diseñada pensando en el paracaidismo (la original contaba con
un marco plegable que se ataba al cuerpo del “soldado”), es un clásico por derecho propio, con su marco inclinado multitubo, que lo hace a la vez nostálgico y futurista.
Serie S, de Vanmoof
Desde 2009, Vanmoof de
Amsterdam ha colonizando los distritos de galerías y museos de las
grandes capitales del mundo, ganándose el favor de los estetas con sus
bicicletas en forma de juguetes Tinker, sus materiales resistentes y su enfática huella de elegancia holandesa.
La bicicleta de la Serie S está basada
en la sobriedad de la original, sin sobrecargar la obra. Un buje interno
Shimano de ocho velocidades ayuda al conductor a dominar colinas,
mientras que los frenos de disco proporcionan una potencia de frenado
mucho más sofisticada (y mucho más cara) que los de las bicicletas de carretera.
Bicicleta Donky
Es sin duda, una belleza no tradicional
que prioriza la potencia, sencillez y maniobrabilidad urbana por encima
de los diseños sensuales o los atavíos de lujo.
El cuadro, que fue nominado al premio de Diseño del Año por el Museo de Diseño de Londres,
está inspirado en la BMX y cuenta con resistentes ruedas de 20 pulgadas
y un robusto marco dividido por una viga de acero, sobre la cual están
montados los bastidores de carga delantera y trasera.
Es un vehículo fiel,
pero a diferencia de otras bicicletas de carga tradicional que pueden
extenderse ocho pies (2,4 metros) o más de extremo a extremo, la Donky es lo suficientemente compacta como para ser aparcada en el pasillo delantero de un típico apartamento de la ciudad.
GreenChamp original
La juventud, dijo George Bernard Shaw, se desperdicia en los jóvenes. Lo mismo sucede con esta hermosa bicicleta de equilibrio hecha de bambú, fabricada por GreenChamp, una empresa financiada por Kickstarter.
Diseñada para principiantes, una bicicleta de equilibrio es un modelo que no tiene pedales,
cuya finalidad es enseñar las habilidades de manejo de manera más
efectiva en comparación al clásico de los más pequeños: el triciclo.
Más allá de valiosas consideraciones como la sustentabilidad
y la huella de carbono, la GreenChamp original es un triunfo del
diseño. Las fibras de bambú están bañadas en miel (sí, miel) para
prevenir la aparición de grietas y los tubos tienen una construcción de
doble pared para alcanzar una máxima rigidez. Para volver a ser joven…
HummingBird, de Cherubim
Proveedor del equipo nacional japonés durante las Olimpíadas de 1968 en Ciudad de México, Cherubim tiene orgullo e historia de sobra. Su legado de esculturales marcos de acero es ahora llevado adelante por Shinichi Konno, hijo del fundador de la empresa Hitoshi Konno.
Con un gusto por las máquinas de
velódromo con tintes retro y que se atreven a tomar caminos atrevidos,
la construcción de la HummingBird se abstiene de incluir el tradicional
tubo del asiento, arqueando su línea trasera precariamente sobre la rueda trasera.
Se puede asumir que Shinichi-san no
tiene a la gloria olímpica en la mira y deberá conformarse con construir
bicicletas que son ampliamente consideradas como las más bellas del mundo.
Cykno, de Engeenius
Esta belleza italiana dispone de un bastidor monocasco, horquillas delanteras y ruedas de radios de 26 pulgadas hechas de un compuesto de fibra de carbono que, a pesar de un despliegue de tecnológico de asistencia eléctrica, mantiene el peso en unos fáciles 25 kilos.
La sección central de cuero de la Cykno
contiene un motor eléctrico de 250 ó 500 vatios, una batería de polímero
de litio y un cargador integrado con cable. Desde una toma de corriente
doméstica estándar, la carga tarda cuatro horas en completarse y la Cykno puede mantener la velocidad en modo de pedaleo asistido por unos generosos 60 kilómetros, lo justo para un largo día de excursiones romanas.
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