La joven sufrió agresiones e insultos en la escuela por su diversidad sexual.
Hace tres años que Zoey, quien acaba de cumplir 13 años,
inició su transición. Su madre Ofelia se emociona cuando recuerda el
drama de la infancia de su hija. Fue consciente de la condición de su
hija desde que esta era muy pequeña.
"Una de las cosas que nunca olvidaré es cuando, con 3 o 4 años, me preguntó: "¿Porqué crees que Dios se equivocó conmigo?".
Le pregunté qué quería decir y me dijo: "Cuando estaba eligiendo los cuerpos a mí me dio el equivocado".
"El
acoso era constante. Le pegaban, la tiraban al suelo y le decían cosas
horribles", relató con emoción esta madre soltera que vive en una
modesta casa con sus tres hijos en la localidad de Downey, en los
suburbios de Los Ángeles, en California.
"En esa época fue cuando
Zoey, con apenas 8 o 9 años, empezó a decir que no quería seguir
viviendo y eso me dio mucho miedo. Cuando tu hija te dice que preferiría
estar muerta o cuando te llaman de la escuela para informarte de que tu
hija quiere saltar de un segundo piso te das cuenta de que tienes que
hacer algo", aseveró.
El terrible acoso al que fue sometida Zoey
durante gran parte de su infancia, no sólo por parte de sus compañeros
de clase sino también de algún profesor, se debió a que su identidad de
género es distinta al sexo biológico con el que nació.
Ahora, tras
años de sufrimiento e incertidumbre, Ofelia y Zoey finalmente están
recibiendo la ayuda que necesitan y aseguran que por fin pueden mirar al
futuro con optimismo.
Hace tres años que Zoey, quien acaba de
cumplir 13 años, asesorada por los profesionales del Hospital Infantil
de Los Ángeles, inició su transición para poder desarrollarse plenamente
como la niña que es.
Su caso es similar al de cientos de menores
transexuales de todo Estados Unidos a los que se está ayudando a una
edad cada vez más temprana a que puedan vivir de acuerdo a su verdadera
identidad de género.
Es una muestra de los grandes cambios que se están produciendo en la percepción que se tiene de la transexualidad.
Grandes avances
"Los
avances que se han dado en los últimos años han sido enormes", aseguraó
en conversación con BBC Mundo la doctora Johanna Olson, directora del
Centro para la Salud y el Desarrollo de los Jóvenes Transexuales del
Hospital Infantil de Los Ángeles, quien supervisa la transición de Zoey.
"Es
un tema del que cada vez se habla más abiertamente y a una edad más
temprana. No hay duda de que la visibilidad de la comunidad transexual
en los medios está ayudando. Ahora incluso en las series de televisión
se están incluyendo a personajes transexuales", señaló Olson, una de las
principales expertas de EE UU en este campo.
"Además, internet
está permitiendo que los niños y jóvenes transexuales se pongan en
contacto entre sí y puedan acceder a comunidades a las que antes no
tenían como llegar. Eso está haciendo que la visibilidad del colectivo
esté aumentando", añadió.
Según explicó Olson, cuando inició su
tarea a tiempo completo en este campo hace poco más de un lustro tenía
como pacientes a unos 40 niños y jóvenes y ahora cuenta con alrededor de
340, con edades comprendidas entre los 4 y los 25 años.
"La
mentalidad de los padres ha cambiado mucho en la última década. Cada vez
son más conscientes de que hay formas de ser alternativas".
"Dialogan
de forma totalmente diferente con sus hijos, a los que ven como seres
humanos y no como una propiedad. Eso permite que los niños y
adolescentes puedan hablar de sus experiencias".
Bloquear la pubertad
Según
la doctora Olson, uno de los mayores cambios que se ha producido en los
últimos años es la posibilidad de administrar a los niños transexuales
los llamados bloqueadores hormonales.
Los bloqueadores hormonales
(cuyos efectos son reversibles y que se aplican en forma de inyección o
como un implante subcutáneo) son un fármaco que se administra a los
niños transexuales justo antes de que inicien su pubertad biológica para
que su cuerpo no produzca hormonas sexuales.
"Cuando los
transexuales son más vulnerables es cuando experimentan la pubertad que
no les corresponde. Es cuando vemos que sufren ansiedad, depresión,
intentos de suicido o aislamiento social", afirmó.
Paralizando su
pubertad se evita que desarrollen los rasgos físicos y sexuales de un
género con el que no se identifican, como la voz grave y el vello
corporal en el caso de los niños, o los senos y la menstruación en el
caso de las niñas.
Más adelante, con 14, 15 o 16 años, dependiendo
del protocolo de cada país, pueden empezar un tratamiento hormonal para
que desarrollen los rasgos físicos propios de su verdadera identidad de
género.
La doctora Olson hizo hincapié en que los bloqueadores
son seguros y señala que hace décadas que vienen siendo utilizados con
niños que sufren trastornos que les hacen empezar la pubertad demasiado
pronto.
Olson reconoce que con la terapia de sustitución hormonal se producen cambios irreversibles y los pacientes quedan estériles.
Algunos
especialistas consideran que, debido a esos cambios irreversibles y a
que todavía no se conocen los efectos a largo plazo de ese tratamiento,
se debería esperar a la mayoría de edad de los jóvenes para que sean
ellos los que decidan si siguen adelante con la terapia.
"No estoy sola"
En el caso de Zoey, hace ya tres años que empezó su transición, que incluye el uso de los bloqueadores.
Aún
recuerda con dolor las humillaciones que durante años tuvo que vivir en
la escuela, cuando sus compañeros abusaban de ella y "sentía que no
tenía con quién hablar", pese a contar con el apoyo de su familia.
En
los últimos años las cosas han cambiado mucho en la vida de Zoey,
particularmente desde que entró en contacto con la doctora Olson gracias
a los responsables de la Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU,
por sus siglas en inglés), cuyos expertos legales tuvieron que
intervenir para que no la expulsaran de su escuela, en la que
consideraba poco adecuado que fuera vestida y se comportara como una
chica.
"Me di cuenta de que no tenía que ser una persona diferente
y que podía ser yo misma. Se abrió un mundo de posibilidades. Pude
dejar que me creciera el pelo y vestirme como realmente quería", explicó
Zoey en conversación con BBC Mundo sobre el momento en el que pudo
empezar a hacer su transición.
"Conocer a otros transexuales, gays
o lesbianas me ha servido para darme cuenta de que no estoy sola. Ahora
sé que tengo mucha gente a la que acudir en caso de que me ocurra algo y
doy las gracias por eso" añadió.
Según Ofelia, para ella no fue
una decisión difícil el que su hija iniciara el tratamiento con los
bloqueadores ya que tenía muy presente los problemas por los que han de
pasar los transexuales que hacen la transición en la edad adulta.
Esperanza
Esas
dificultades las tuvo que vivir Drian Juárez, quien trabaja como
directora del programa de fortalecimiento económico de los transexuales
del Centro de Gays y Lesbianas de Los Ángeles.
"Como mujer tuve
que atravesar la pubertad masculina y eso hizo que al hacerme mayor mi
transexualidad fuera visible, que es lo que conduce a la discriminación,
al acoso y a la violencia", explicó Juárez en conversación con BBC
Mundo.
Pese a que Juárez contó con el apoyo de su familia, el
abuso físico y verbal al que fue sometida en la escuela durante la
infancia y la adolescencia le dejó una profunda huella. Cuando entró en
la edad adulta, aislada socialmente y sin poder costearse los
tratamientos para hacer la transición, tuvo que dedicarse a la
prostitución.
Juárez cree que los cambios que se están produciendo
en los últimos años se pueden atribuir en buena medida a que los padres
cada vez tienen más información, particularmente gracias a internet.
"Ver
que ahora los niños pueden expresar realmente quienes son es increíble.
Casos como el de Zoey me dan esperanza". "Esperanza de que no tendrá
que hacer frente a tanta discriminación y podrá mostrarle al mundo su
verdadera identidad".
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