En la última semana, las consultas de pediatría en la subregión han
recibido de tres a cinco casos diarios de niños con diarrea, vómitos y
erupción. Según el diagnóstico de especialistas, se trata de un adenovirus ocasionado por la falta de agua y el mal manejo del líquido.
Cuando este virus afecta las vías digestivas
provoca gastroenteritis, que es una inflamación del estómago e
intestinos delgado y grueso, así como dolor de cabeza, fiebre y
malestar abdominal.
La pediatra Sheyla Uzcátegui informó que puede afectar a niños de cualquier edad, pero en especial a los más pequeños, de 1, 2 y 3 añitos.
Explicó que el adenovirus es muy contagioso y se propaga de manera rápida en lugares con mucho contacto, como guarderías, preescolares, escuelas y hospitales.
Como medida preventiva los
padres y responsables de los infantes deben lavar sus manos y las de
los niños con frecuencia, sobre todo luego de ir al baño o cambiarle el
pañal.
Deben mantener limpias las superficies
compartidas, como mesas y juguetes e impedir que se pongan en contacto
con los niños sanos. Ingerir agua potable y lavar los alimentos de forma
adecuada es vital.
Cuidado en casa
Si el paciente no está deshidratado y ha pasado al menos una hora desde la última vez que vomitó, puede beber y comer alimentos sólidos en pequeñas cantidades.
Si tiene síntomas de deshidratación,
como boca seca y orinar con poca frecuencia, se recomienda la
rehidratación oral para reponer el agua, azúcar y las sales perdidas.
También aconsejan el uso de medicamentos que reponen la flora
intestinal.
Uzcátegui dijo que es recomendable asistir al médico.
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