La obra del fotógrafo Sadegh Souri exhibe en las siguientes fotografías la fuerte condena que las niñas de Irán
padecen dentro de la cárcel. Las muchachas son penalmente responsables a
partir de los 9 años de edad y son sacrificadas en la horca por crímenes como el asesinato, tráfico de drogas, robo a mano armada y otras sanciones aplicadas por sus leyes culturales.
El artista
Souri fue retribuido con el premio ganador de la edición 2015 del
concurso Lens Culture sobre narración visual, incrementando su
portafolio con uno de sus otros trabajos exitosos. La obra relata una
breve reseña de ellas y cómo estas jóvenes cumplen su tiempo antes de
sus 18 años para ser decapitadas en la ejecución.
Mahsa tiene 17 años, se enamoró de un
chico y quiso casarse con él, pero su padre se opuso al matrimonio. Un
día, en medio de una discusión con él, su hija se enojó, y lo mató con
un cuchillo de cocina. Sus hermanos pidieron la pena capital para ella.
Shaqayeq,
de 15 años, ha estado en prisión desde hace casi un año por el delito de
robo a mano armada en una tienda en Teherán. Fue sentenciada a muerte,
pero debe cumplir 18 años para que se ejecute la pena. En la fotografía
aparece ella y su abuela, quien fue a visitarla después de un año de
reclusión.
Sowgandh
tiene 16. Cuando ella estaba sola en casa, los agentes de policía
entraron con una orden de allanamiento y encontraron 250 kilos de opio,
30 gramos de cocaína y 20 gramos de heroína.
Los narcóticos pertenecían a su padre, pero como sólo ella estaba en
casa, fue arrestada y detenida. Ha pasado casi un año desde que ha sido
encarcelada. Ninguno de los miembros de su familia la han visitado.
Un religioso visita la sala de las niñas menores de edad en el centro de corrección todos los días. Después de las oraciones, habla acerca de los métodos de crianza correctas para las niñas y ruega a Dios que las perdone.
Las
reclusas pueden mantener a sus recién nacidos con ellos en la cárcel
hasta que cumplen sus 2 años de edad. Zahra se casó a los 14 años y
tiene dos hijos. Ahora tiene 17 años y está en la cárcel por el robo de
teléfonos móviles.
Khatereh
tiene 13 años. Escapó de su casa después de que su tío la violó. Una
semana más tarde, un grupo de jóvenes la atacó en un parque de Teherán y
también la atacaron sexualmente. Para salvarse, hirió a uno de ellos
con un cuchillo que llevaba en el bolso. Los policías la encontraron
inconsciente en el suelo, y después del tratamiento, fue trasladada al
centro penitenciario de delincuentes juveniles.
Las internas pueden ir al patio de la prisión durante una hora en la mañana y una hora por la tarde.
Nazanin tiene 16 años y fue arrestada hace seis meses por la posesión de 621 gramos de cocaína. El juez aún no ha emitido un veredicto.
Mahshid
tiene 15 años y ha sido acusada de tener una relación ilegítima y
transportar drogas. Sus padres están en prisión también por tener y
consumir drogas.
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