El asesinato de cuatro funcionarios policiales entre el viernes 4 de
marzo y la tarde del domingo 6 de marzo en la región capital y dos más
en los estados Falcón y Bolívar estableció una nueva marca para el año
2016 sobre la inseguridad por la que atraviesan los efectivos policiales
y militares en el país.
De acuerdo a cifras extraoficiales, más de 70 efectivos han perdido la vida de manera violenta en el territorio nacional en los primeros 66 días del año 2016, un promedio de poco más de un policía asesinado por día.
Durante los primeros dos meses de 2016 en la Gran Caracas, 28 policías y militares han caído abatidos, un muerto más que para el mismo período del año anterior, por lo que es válido decir que la tendencia de la violencia ocurrida en los primeros meses se mantiene constante en ambos años.
A las 8:30 de la mañana del viernes fue asesinado Róger Oropeza, supervisor agregado de la Policía del municipio Chacao cuando se encontraba en el terminal de pasajeros de Trapichito, en Guarenas.
Horas más tarde, a las 10:30 pm del viernes, cayó abatido el oficial agregado de la Policía Municipal de Sucre, Jesús Villanueva (31), en la parroquia La Dolorita, municipio Sucre.
Pablo López, supervisor agregado de la Policía de Miranda fue emboscado y asesinado a las 9:30 de la noche del sábado cuando llegaba a su residencia en la urbanización Kennedy, en el municipio Libertador. Sujetos aún por identificar lo estaban "cazando", cuando el domingo lo atacaron con una escopeta. Tras matarlo le quitaron el arma de fuego.
Aproximadamente a las 10:30 am del domingo cayó en cumplimiento del deber el oficial agregado de la PNB Aníbal José Malavé Toro cuando intentó prevenir un robo que se cometía en la calle Argentina de Catia.
Estas son apenas cuatro de las historias de los crímenes cometidos contra los funcionarios policiales en las últimas horas.
Las cifras de la muerte en la Gran Caracas
Un análisis detallado de las estadísticas muestran que el organismo con mayor número de bajas en lo que va de año es la Policía Nacional Bolivariana, con 8 funcionarios muertos, 28,5% del total, seguido por las policías municipales que acumulan cinco asesinatos entre igual número de cuerpos policiales. Las víctimas eran de Policaracas, Polichacao, Polisucre, Polindependencia y Polibaruta.
Con cuatro muertos siguen en la lista el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la Guardia Nacional Bolivariana y finalmente cierran la tabla el Ejército y la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim) con un fallecido cada uno.
Sobre los municipios más violentos, Libertador se lleva el dudoso honor de encabezar la lista con 39% de los crímenes, 11 funcionarios policiales murieron dentro de sus límites, le siguen de lejos Acevedo y Guaicaipuro con tres crímenes, 10,7% en cada uno de los municipios; Sucre se ubica en tercer lugar con dos muertes violentas y luego los municipios Baruta, Cristóbal Rojas, Páez, Paz Castillo, Plaza, Tomás Lander y Urdaneta con un asesinato en cada uno.
La mitad de los asesinatos fue por robos
Al estudiar los móviles de los asesinatos nos encontramos con que 50% de los crímenes, 14 asesinatos, ocurrió en un robo, de los cuales en 11 (39%) de los casos los asesinos iban por el arma del funcionario. En este total 10 de los funcionarios se encontraban fuera de servicio, mientras que cuatro estaban cumpliendo tareas cuando fueron atacados.
En ocho de los casos, (28,5%) la muerte se produjo como consecuencia de un ataque cometido contra el funcionario policial. En dos de los ataques el funcionario murió en cumplimiento del deber y dos asesinatos ocurrieron tras una discusión y una venganza contra los efectivos. En este punto dos de los funcionarios se encontraban francos, mientras que seis estaban cumpliendo funciones
Al analizar los rangos de los funcionarios muertos el mayor número de los decesos 9 casos, 32%, los occisos tenían la jerarquía de oficial agregado, con edades comprendidas entre 22 y 35 años y además es importante destacar que tres de estas víctimas cumplían funciones como escoltas. En 21,4%, 20 homicidios, los funcionarios tenían rango de supervisor.
Las estadísticas dejan en evidencia que se mantiene una tendencia del hampa de asesinar a los funcionarios policiales para despojarlos del arma de reglamento así como que el ataque se produce en forma de emboscada, en casi la mitad de los homicidios los asesinatos ocurrieron cuando el funcionario estaba fuera de servicio y que efectivos con menor jerarquía y edad constituyen el grueso de las víctimas, en otras palabras a mayor experiencia, es más difícil sorprender a los efectivos.
De acuerdo a cifras extraoficiales, más de 70 efectivos han perdido la vida de manera violenta en el territorio nacional en los primeros 66 días del año 2016, un promedio de poco más de un policía asesinado por día.
Durante los primeros dos meses de 2016 en la Gran Caracas, 28 policías y militares han caído abatidos, un muerto más que para el mismo período del año anterior, por lo que es válido decir que la tendencia de la violencia ocurrida en los primeros meses se mantiene constante en ambos años.
A las 8:30 de la mañana del viernes fue asesinado Róger Oropeza, supervisor agregado de la Policía del municipio Chacao cuando se encontraba en el terminal de pasajeros de Trapichito, en Guarenas.
Horas más tarde, a las 10:30 pm del viernes, cayó abatido el oficial agregado de la Policía Municipal de Sucre, Jesús Villanueva (31), en la parroquia La Dolorita, municipio Sucre.
Pablo López, supervisor agregado de la Policía de Miranda fue emboscado y asesinado a las 9:30 de la noche del sábado cuando llegaba a su residencia en la urbanización Kennedy, en el municipio Libertador. Sujetos aún por identificar lo estaban "cazando", cuando el domingo lo atacaron con una escopeta. Tras matarlo le quitaron el arma de fuego.
Aproximadamente a las 10:30 am del domingo cayó en cumplimiento del deber el oficial agregado de la PNB Aníbal José Malavé Toro cuando intentó prevenir un robo que se cometía en la calle Argentina de Catia.
Estas son apenas cuatro de las historias de los crímenes cometidos contra los funcionarios policiales en las últimas horas.
Las cifras de la muerte en la Gran Caracas
Un análisis detallado de las estadísticas muestran que el organismo con mayor número de bajas en lo que va de año es la Policía Nacional Bolivariana, con 8 funcionarios muertos, 28,5% del total, seguido por las policías municipales que acumulan cinco asesinatos entre igual número de cuerpos policiales. Las víctimas eran de Policaracas, Polichacao, Polisucre, Polindependencia y Polibaruta.
Con cuatro muertos siguen en la lista el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y la Guardia Nacional Bolivariana y finalmente cierran la tabla el Ejército y la Dirección General de Contra Inteligencia Militar (Dgcim) con un fallecido cada uno.
Sobre los municipios más violentos, Libertador se lleva el dudoso honor de encabezar la lista con 39% de los crímenes, 11 funcionarios policiales murieron dentro de sus límites, le siguen de lejos Acevedo y Guaicaipuro con tres crímenes, 10,7% en cada uno de los municipios; Sucre se ubica en tercer lugar con dos muertes violentas y luego los municipios Baruta, Cristóbal Rojas, Páez, Paz Castillo, Plaza, Tomás Lander y Urdaneta con un asesinato en cada uno.
La mitad de los asesinatos fue por robos
Al estudiar los móviles de los asesinatos nos encontramos con que 50% de los crímenes, 14 asesinatos, ocurrió en un robo, de los cuales en 11 (39%) de los casos los asesinos iban por el arma del funcionario. En este total 10 de los funcionarios se encontraban fuera de servicio, mientras que cuatro estaban cumpliendo tareas cuando fueron atacados.
En ocho de los casos, (28,5%) la muerte se produjo como consecuencia de un ataque cometido contra el funcionario policial. En dos de los ataques el funcionario murió en cumplimiento del deber y dos asesinatos ocurrieron tras una discusión y una venganza contra los efectivos. En este punto dos de los funcionarios se encontraban francos, mientras que seis estaban cumpliendo funciones
Al analizar los rangos de los funcionarios muertos el mayor número de los decesos 9 casos, 32%, los occisos tenían la jerarquía de oficial agregado, con edades comprendidas entre 22 y 35 años y además es importante destacar que tres de estas víctimas cumplían funciones como escoltas. En 21,4%, 20 homicidios, los funcionarios tenían rango de supervisor.
Las estadísticas dejan en evidencia que se mantiene una tendencia del hampa de asesinar a los funcionarios policiales para despojarlos del arma de reglamento así como que el ataque se produce en forma de emboscada, en casi la mitad de los homicidios los asesinatos ocurrieron cuando el funcionario estaba fuera de servicio y que efectivos con menor jerarquía y edad constituyen el grueso de las víctimas, en otras palabras a mayor experiencia, es más difícil sorprender a los efectivos.
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