Un sujeto presuntamente implicado en el asesinato del jefe de la brigada motorizada de Policaracas, supervisor jefe Larry Oswaldo Morillo López, y de su hijo Yonaiker Morillo, en el barrio Los Sin Techo de El Cementerio, resultó muerto al enfrentarse a comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Camurí Grande, estado Vargas.
El sujeto muerto quedó identificado como Ronniel Ramón Landaeta Rodríguez, quien era buscado por su presunta participación en la emboscada y ataque perpetrado contra el efectivo policial el 23 de marzo, cuando regresaba de visitar a su familia en el barrio Los Sin Techo de El Cementerio.
En esa oportunidad el funcionario fue rodeado por varios sujetos armados cuando salía en su carro, le efectuaron varios disparos que lo mataron, posteriormente rociaron el cuerpo con gasolina y lo quemaron. Luego los delincuentes fueron hasta la casa de la familia del efectivo y asesinaron a su hijo.
Luis Emilio Sosa Díaz, alias "Luis Zamuro", también vinculado con el homicidio de Morillo fue abatido el 14 de abril, otro presunto implicado en el caso, identificado bajo el alias de "Cara de Pitbull", murió en otro enfrentamiento el 23 de septiembre.
Douglas Rico, director del Cicpc, informó que la muerte de Landaeta se produjo en un operativo realizado en el estado Vargas, donde localizaron a un sujeto quien al darle la voz de alto huyó y se introdujo en una vivienda, se enfrentó a la comisión que lo seguía y resulta herido de muerte. El hombre fue trasladado al Hospital de Naiguatá, donde falleció.
En el procedimiento se incautó una pistola Glock modelo 17, calibre 9 mm, solicitada por la subdelegación Los Teques del Cicpc, por el delito de homicidio, una cacerina, un teléfono Orinoquia y dos cédulas de identidad.
Quiénes eran los asesinos del oficial
Luis Sosa Díaz,también conocido como alias "Luis Zamuro", era solicitado por diferentes delitos: Cuatro homicidios, porte ilícito de armas, microtráfico y robo.
El "Cara e Pitbull", peligroso antisocial de El Valle, refugiado en el estado Vargas tras el asesinato de Morillo, formaba parte de bandas de secuestradores y traficantes de drogas de El Cementerio, además era extorsionista. Estaría implicado en al menos 5 asesinatos aparte del doble crimen de los Morillo.
Por el caso además es investigado un sujeto apodado como "el Toñito", un vendedor de drogas del Barrio Sin Techo”, quien se presume fue la persona que "entregó" a los antisociales al jefe de Policaracas, cuando iba a la casa de su mamá a buscar a su hijo.
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