El 2 de enero Franz Stehle, un cazador alemán, se encontró con el cuerpo de un zorro atrapado en un bloque de hielo en las aguas del Danubio.
Stehle decidió exponer el ataúd congelado del pobre raposo frente a su hotel familiar en Fridingen para advertir a sus vecinos de los peligros de caminar sobre el río helado.
Según explicó, no es en absoluto inusual para los animales que el hielo se rompa bajo sus patas y caigan a las aguas congeladas del río. Previamente, él ya se había encontrado a un ciervo y un jabalí en la misma tesitura que el zorro. De hecho, el pasado noviembre se viralizó también otra imagen similar de una pareja de alces atrapados en un bloque de hielo en Alaska.
No solo los animales salvajes están sufriendo las consecuencias de la ola de frío que está afectando a Europa: más de 60 personas han fallecido en tragedias relacionadas con el invierno, afectando especialmente a los refugiados, ancianos y vagabundos de las áreas rurales.
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