El británico Harry Mockett, de 21 años, notó un drástico deterioro de su visión cuando un día de abril de 2018 no pudo leer en el televisor las preguntas del programa '¿Quién quiere ser millonario?'
Oriundo de la ciudad de Nottingham, el joven fue a una óptica, donde le prescribieron unas gafas, pero la situación no mejoró y durante una segunda cita una semana después el médico detectó una inflamación del nervio óptico y mandó a Mockett directamente al hospital.
Tenía un tumor cerebral de un tamaño superior a una pelota de golf y tuvo que ser operado de inmediato para no quedarse ciego. "No tenía otros síntomas aparte de los de mi visión que parecía volverse borrosa y pensé que solo necesitaba gafas, no tenía ni idea de que tuviera un tumor cerebral", ha comentado Mockett, citado por Daily Mail.
Los médicos le quitaron el 98 % del tumor, pero el joven desarrolló hidrocefalia, acumulación de líquido en el cerebro, y contrajo meningitis bacteriana. Sus posibilidades de sobrevivir aquella noche eran del 50 %, pero lo logró y posteriormente fue sometido a varias operaciones para tratar las complicaciones.
Sin embargo, los médicos descubrieron que el tumor iba volviendo a crecer, así que Mockett decidió viajar a Alemania, donde recibió radioterapia durante dos meses y finalmente se recuperó. Actualmente, sufre pérdidas de memoria a corto plazo, pero no olvidó cómo tocar la guitarra y aprovechó el tiempo en el hospital para componer canciones.
"Realmente pensé que estaba absolutamente bien, me sentía perfectamente sano, incluso fui a un concierto con mis amigos dos días antes de la resonancia magnética", recuerda Mockett, quien ahora pese a los ocasionales problemas de memoria se siente afortunado de estar vivo, rodeado de familia y amigos.
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