El equipo de investigación detalló que aproximadamente dos de cada 100 pacientes ingresados en el hospital con el coronavirus sufrirán un derrame cerebral y 35 % morirá como resultado de ambas afecciones, sin embargo, afirmaron que en los pacientes más jóvenes, casi 50 por ciento no tenía otros síntomas visibles del virus en el momento del inicio del ACV.
Por otra parte, Sposato aseguró que “hallamos que la interacción de la edad avanzada, otras afecciones crónicas y la gravedad de los síntomas respiratorios del coronavirus estaban asociadas con uno de los hallazgos más reveladores de este estudio; observamos que muchos de los pacientes menores de 50 años estaban asintomáticos cuando tuvieron un ACV”.
En el trabajo de investigación también se encontró una mayor proporción de pacientes con accidente cerebrovascular isquémico en los que la súbita pérdida del flujo sanguíneo cerebral se debe a la presencia de grandes coágulos en las arterias.
Sposato sostuvo que comprender la interacción entre el coronavirus y el accidente cerebrovascular es importante para la planificación del tratamiento del paciente.
“El mensaje para llevar a casa aquí para los proveedores de atención médica es que si están viendo a un paciente con un accidente cerebrovascular, particularmente en aquellos menores de 50 años con coágulos grandes, debe pensar en el coronavirus como una causa potencial incluso en ausencia de síntomas respiratorios”, indicó el médico.
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