El término Slow sex, o sexo sin prisa, es una tendencia. Y ha ido ganando popularidad entre las parejas debido a que promete una mayor intensidad en las sensaciones corporales.
Comenzó a utilizarse como un método para salir de la rutina. Pero este es un factor muy común cuando se mantiene intimidad con la misma pareja durante mucho tiempo.
Pero eso no significa que los encuentros deban ser aburridos. De hecho, la pareja debe trabajar en lograr oportunidades para consentirse de una manera consciente, con un enfoque más sensorial.
El Slow sex tiene justamente esta idea. Y es que permite que se logren objetivos primarios, sin que esto signifique rapidez o perfección, para que el encuentro sea relajado.
La idea de esta tendencia es que cada pareja logre manejar el momento desde su propia necesidad. En ese instante se evitan las distracciones, el tiempo deja de existir para ambos.
Unirse a una acción que se populariza entre las parejas puede ayudar a darle un nuevo enfoque a la relación. De hecho, puede ser muy romántico lograr coincidencias sensoriales.
Para ello, los involucrados deben entender que la rapidez no es sinónimo de éxito. Porque este factor perturba la espontaneidad del momento, lo arruina.
La duración tampoco debe ser motivo de preocupación. Solo hay que dejarse llevar por el romance para trasmitir calidez, comodidad y diversión.
Síguenos a través de nuestro: Twitter: @elparroquiano
No hay comentarios.:
Publicar un comentario