Las autoridades italianas tratan de establecer las causas del desplome de un teleférico aparentemente en buen estado, que ocurrió este 23 de mayo en el norte de Italia y dejó 14 fallecidos, incluidos tres niños.
Salieron de la ciudad de Stresa para dirigirse hacia la cima de la montaña Mottarone, «uno de los balcones naturales más bonitos de Italia», como lo define la página web del teleférico, que es un lugar ideal para disfrutar del panorama espectacular del Lago Maggiore y el Lago de Orta.
«Parecía una escena de guerra»
Debido a las restricciones anti-COVID, en la cabina del teleférico, capaz de acoger a 35 personas, había solo quince. Eran ciudadanos italianos, israelíes y un iraní, residente en Italia. Quedaban unos 300 metros, cuando el cable de tracción del teleférico cedió. Los testigos oyeron «un fuerte silbido» y vieron la cabina precipitarse sobre el bosque que cubre las cuestas del Mottarone y chocar con uno de los pilones.
«Soy voluntario desde hace 25 años y vi muchas víctimas, pero nunca así. Parecía una escena de guerra», comparte sus impresiones con el diario La Repubblica el responsable provincial del Servicio alpino, Matteo Gasparini.
En un primer momento se informó de 8 muertes, después la cifra creció hasta 13. Unas horas después del hospital Città della Salute de Turín comunicaron que un niño de 6 años falleció a causa de múltiples lesiones.
El único sobreviviente es Eitan, de 5 años, que perdió en el accidente a sus padres y a su hermano Tom, de tan solo dos años. Los médicos suponen que se habría salvado gracias a que su padre lo abrazó y lo cubrió con su cuerpo unos segundos antes de que la cabina se estrellase. Aún se encuentra en estado crítico, pero, según asegura Giovanni La Valle, director general del hospital turinés, «da esperanzas».
Cables y frenos sin funcionar
De las primeras reconstrucciones del accidente emerge que fue resultado de una serie de trágicas coincidencias. De los varios cables que tiene el teleférico se rompió tan solo uno, el de tracción, los demás quedaron intactos.
Según explican los expertos entrevistados por el diario Corriere della Sera, si se hubiera roto un cable portante, el otro habría sido capaz de mantener el peso del teleférico y permitir el rescate. A su vez, cuando se rompe el cable de tracción, lo único que puede evitar la caída de la cabina son los frenos. Lamentablemente, el 23 de mayo no funcionaron.
Algo que parece bastante extraño, teniendo en cuenta que, según los datos divulgados por el Ministerio de Infraestructuras, el teleférico, que reabrió el pasado 24 de abril tras meses de inactividad por emergencia COVID, se sometía a controles regulares. En agosto de 2016 se llevó a cabo la revisión general, después volvió a ser controlado en julio de 2017 y en otoño de 2020, cuando se inspeccionaron los cables trasportadores y los de rescate.
Luto e investigaciones
«Supe con profundo dolor la noticia del trágico accidente del teleférico Stresa-Mottarone. Expreso el pésame de todo el Gobierno a las familias de las víctimas», declaró el primer ministro italiano Mario Draghi unas horas después de la tragedia. También expresaron sus condolencias el presidente de Italia Sergio Mattarella, el presidente del Consejo Europeo Charles Michel y varios otros políticos italianos y europeos.
Según el abogado Pasquale Pantano, su cliente Gigi Nerini, gestor de la sociedad Ferrovie del Mottarone, propietaria del teleférico, también «está bajo estrés». El letrado precisa que «el teleférico es viejo, pero está «muy actualizado», en el sentido de que se sometió a varios controles».
Declaraciones que no parecen convencer mucho las autoridades italianas. El Ministerio de Infraestructuras no tardó en crear una comisión de investigación. A su vez, los fiscales ya abrieron un caso por «homicidio culposo múltiple» de 14 personas y «lesiones sufridas por el niño herido». Para la fiscal Olimpia Bossi podría tratarse de un «desastre culposo, un caso específico considerado como atentado contra la seguridad del transporte».
Este fin de semana, cuando las medidas anti-COVID fueron atenuadas por primera vez en toda Italia, fue ensombrecido por una tragedia quizás debida a errores de mantenimiento. Ahora habrá que esperar meses para que los jueces de instrucción reconstruyan el cuadro completo del primer accidente de teleférico con víctimas mortales ocurrido en Italia en el siglo XXI. El anterior tuvo lugar en 1998 cuando un caza estadounidense cortó por despiste el cable de un teleférico en la región de Trentino, causando 20 muertes.
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