Se llama Micra: el marcapasos más pequeño. Su propio nombre ya describe la fantástica tecnología de la que dispone este revolucionario marcapasos que, en poco tiempo, está cambiando la vida de miles de personas que ya tienen acceso a este dispositivo.
Los marcapasos, hasta no hace mucho, eran implantados mediante una delicada operación a corazón abierto. Con el tiempo, el tamaño de estas maquinarias ha ido reduciéndose, todo con el fin último de controlar y regular el ritmo cardíaco del paciente.
Ahora bien, fue a finales de 2013 cuando la empresa “Medtronic” mostró al mundo algo nuevo. Algo sofisticado y toda una revolución para el campo de la medicina. Era el “Micra”, el marcapasos más pequeño del mundo que, además, podía ser implantado sin necesidad de una intervención quirúrgica.
Algo maravilloso que deseamos compartir contigo.
Micra, latiendo con la vida
Aunque este dispositivo se presentó en 2013, como ya sabemos, los tiempos de aprobación, comercialización y distribución de cualquier técnica o nuevo fármaco son lentos.
Micra recibió la marca de conformidad “CE” en 2015. De este modo, y hace solo unos meses, fue cuando se inició su comercialización y distribución dentro de todo el territorio de la Unión Europea.
Después de unas rigurosas pruebas se demostró su gran eficacia y fiabilidad frente a los marcapasos tradicionales. Fue algo revolucionario que, desde entonces, solo trae esperanzas y buenos resultados.
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de estaos Unidos (FDA) aprobó el Micra a mediados de este mismo año 2016.
Las implantaciones realizadas hasta el momento también son muy positivas y, según nos indican, este marcapasos queda cubierto por la mayoría de seguros médicos.
El marcapasos “Micra” tiene unas medidas de 24 mm. Es similar a una moneda de un euro. Entre los años 2014 y 2015 pasó todas las pruebas experimentales en un ensayo global donde se confirmó, efectivamente, su sistema tecnológico innovador.
Las características de este marcapasos son las siguientes:
Es una una cápsula, sin cables y sin batería subcutánea.
Para implantarlo no hace falta pasar por quirófano.
Se instala en el corazón del paciente mediante una tecnología transcatéter. Se aplica a través de una inyección en la vena de la ingle de la persona para que, de este modo, el dispositivo se aloje en el ventrículo derecho.
Asimismo, este novedoso marcapasos permanece enganchado por unos pequeños dientes o pequeñas puntas al propio corazón. No necesita cables.
Tras esto, empieza a emitir unos impulsos eléctricos para mantener el corazón latiendo, ajustándose además a la propia actividad del paciente.
No se necesita tampoco aplicar ningún “bolsillo quirúrgico bajo la piel”. Es decir, nadie notará tampoco que el paciente lleva marcapasos, porque no es visible. Esta cápsula queda firmemente “instalada” en el propio corazón.
No se necesita nada más, sin cortes, sin heridas que suturar, sin pasar varios días de estancia hospitalizados…
Un gran cambio en la era de las cardiopatías
Esta nueva tecnología no solo es un avance a nivel clínico. No podemos olvidar el impacto psicológico que supone para los pacientes tener que pasar por quirófano para implantar un marcapasos.
Este dispositivo se aplica de forma sencilla y no deja ninguna cicatriz. Es más, si en algún momento hubiera algún problema, puede “recolocarse” de forma sencilla.
No obstante, como dicen los expertos, el “Micra” permite una fijación completamente estable. Lo más importante de todo ello es que, a diferencia de los marcapasos tradicionales, no daña en ningún momento el tejido cardiaco.
Estamos pues ante un avance para tratar los trastornos cardíacos, donde médicos y enfermos disponen de una herramienta más sencilla e igualmente segura.
Aspectos negativos que tener en cuenta
El marcapasos “Micra” es toda una revolución en estos momentos dentro del mundo clínico y de las cardiopatías. No obstante, los médicos nos indican que esto solo es el principio.
Se espera que, en unos años, este sistema vaya avanzando para dar una mejor respuesta en todos los casos. Asimismo, también se tienen esperanzas de que, poco a poco, la durabilidad de este mecanismo sea más extensa.
Tiene una durabilidad de 10 años. Pasado ese tiempo el dispositivo debe cambiarse.
Otro detalle que debemos tener en cuenta es que este marcapasos no puede implantarse a personas muy obesas. Existen graves limitaciones que pueden no dar el resultado esperado. Se necesita de más avances.
Asimismo, otro detalle que no podemos olvidar es que el Micra no puede aplicarse en pacientes que ya dispongan de marcapasos tradicionales.
Estas personas no podrían beneficiarse de esta tecnología y tendrán que seguir adelante con los mecanismos de los que ya disponen para controlar el ritmo cardíaco (y que, obviamente, son igual de eficaces). Esperemos que en unos años la ciencia siga avanzando para dar una respuesta sencilla y eficaz a problemas tan graves como las cardiopatías.
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