Científicos
venezolanos predicen con modelos de simulación efectos de eventos climáticos
regionales.
Bajo el liderazgo del
Intituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), un grupo nacional e
internacional de científicos y expertos han venido trabajando en la
problemática de la crisis ambiental planetaria, logrando generar modelos de
simulación confiables que permiten predecir las dinámicas y efectos de eventos
climáticos extremos como las grandes sequías o pulsos especialmente intensos de
lluvias y que afectan actualmente, no sólo el territorio nacional, sino vastas
regiones de Sudamérica y del planeta.
Dirk
Thielen, jefe del Laboratorio de Ecología del Paisaje y Clima del Instituto
Venezolano de Investigaciones Científicas e investigador principal de estas
investigaciones, señaló que la crisis climáticaplanetaria actual ha sido
suficiente para incrementar la frecuencia, intensidad y duración de ondas de
calor en aguas de distintas regiones oceánicas. La ocurrencia de dichas ondas
es un fenómeno muy reciente e inédito, con capacidad de intensificar aún más el
ciclo global del agua, incluida alteraciones importantes en la variabilidad de
las precipitaciones monzónicas y la generación de intensas sequías o lluvias
extremas en las regiones continentales, generando así una nueva realidad
climática global, no prevista en ninguno de los modelos preexistentes, añadió
el investigador.
El
estudio de esta nueva realidad climática es muy complejo y requiere de un
acercamiento interdisciplinario y multiescalar. Se trata de una problemática
global, por lo que también se requiere de un esfuerzo internacional.
En
este sentido, bajo el liderazgo del Laboratorio de Ecología del Paisaje y Clima
y en representación del IVIC, se estructuró un grupo de investigadores
representando las más importantes instituciones de investigación y/o
universidades de Brasil, Ecuador, Alemania y Venezuela. Para la fecha, ya se
cuenta con importantes descubrimientos relativos al origen, la dinámica, el
pronóstico y los efectos de una nueva realidad de extremos climáticos, para
Venezuela y Sudamérica. Estos han sido debida y formalmente divulgados, no solo
a la comunidad científica, sino a los propios decisores políticos.
“Nuestros
modelos no están diseñados para simular escenarios climáticos de un futuro
lejano, están dirigidos para entender y atender la nueva realidad de extremos
climáticos que nos afecta hoy. No son modelos meteorológicos, son climáticos.
Su aplicación permite la identificación y pronóstico oportuno de fuentes de
variabilidad climática con capacidad de afectar el funcionamiento de
importantes biomas en Sudamérica” señaló el experto.
Tal
y como lo confirman las investigaciones lideradas por el Laboratorio de
Ecología del Paisaje y Clima, los modelos lograron predecir con meses de
antelación la megasequía que afectaría al Pantanal, el humedal más grande del
planeta. Este importante centro de biodiversidad se encuentra, desde mediados
del 2019 y hasta el presente, afectado por una de las peores sequías en su
historia.
También
sirvió para predecir que la sequía extrema se extendería, como en efecto sucedió, al resto de la cuenca del río Paraná, la
segunda cuenca más importante de Sudamérica. Muy severas han sido catalogadas
las afectaciones en la producción agrícola, en el tráfico fluvial y en la
generación hidroeléctrica en países como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
“Los
resultados de nuestra más reciente actualización señalan que, producto de una
intensificación de las temperaturas marinas del Hemisferio Norte, se ha
generado una onda de calor oceánica casi permanente en aguas del noreste del
Pacífico. Según nuestros modelos, las teleconexiones resultantes reforzarían la
condición de sequía extrema que afecta actualmente la cuenca del Paraná y
vastas regiones de Sudamérica” afirmó Thielen.
Los
efectos de la nueva realidad climática en la dinámica de los fenómenos El Niño
y La Niña especialmente intensos y las anomalías de precipitación resultantes a
lo largo de la costa del Pacífico y del frente caribeño de Sudamérica, también
han sido considerados por estudios liderados desde el IVIC.
“Actualmente,
realizamos los ajustes a los modelos para que su aplicabilidad se extienda al
seguimiento de las tendencias y al pronóstico, en tiempo real y de manera
continua, de eventos climáticos extremos con capacidad de afectar aquellas
actividades humanas orientadas al logro de la seguridad alimentaria, seguridad
energética y seguridad sanitaria. Información altamente estratégica en la
evaluación de situaciones de vulnerabilidad y riesgo, así como en la
identificación de las prácticas de adaptación y mitigación más acertadas”,
concluyó Thielen.
Los resultados del presente estudio brindan evidencia
sólida que puede ser utilizada en diferentes niveles de toma de decisiones
(desde el local hasta el global) para identificar las prácticas de manejo más
acertadas y lograr de manera efectiva la conservación de los espacios naturales
y la sostenibilidad de las actividades humanas.
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