La petroquímica Monómeros, con sede en la ciudad colombiana de Barranquilla, será administrada por la junta directiva designada por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, tras años de haber estado en poder de la plantilla nombrada por el exdiputado opositor Juan Guaidó.
La información fue confirmada a EFE por el flamante embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien recalcó que la medida es una decisión tomada y que la única opción sobre la mesa es devolver la empresa a la administración de Maduro, la única reconocida por el presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, el traspaso tomará tiempo. La semana pasada, justo antes de llegar a Caracas, Benedetti escribió en su cuenta de Twitter: «El cambio de junta en Monómeros no es inminente. Faltan varios meses».
En la entrevista a EFE, citada por medios locales, el diplomático recalcó que más allá del reconocimiento mutuo entre los Gobiernos de Caracas y Bogotá, todavía hay escollos que resolver. Uno de los más importantes tiene que ver con EEUU.
«El presidente Petro, al reconocer a Maduro, reconoce que el dueño es el Gobierno venezolano. Eso ha traído alguna complicación con Estados Unidos, pero siempre dijo a Estados Unidos, a sus embajadores y consejeros económicos (…) que Monómeros se va a devolver a Venezuela, de acuerdo con nuestra reglamentación», apuntó Benedetti.
¿Se destraba la situación?
En los últimos años Caracas calificó como un «robo» el hecho de que el Gobierno de Iván Duque traspasara la empresa a la directiva de Guaidó, en 2019. Esa operación se hizo en línea con el «embargo» de varios bienes de Venezuela en el exterior, propiciado por la oposición y respaldado por Washington para asfixiar a Maduro.
Sin embargo, con el cambio de Gobierno en Colombia, la situación parece destrabarse, no solo por la voluntad política de Petro sino por el descalabro que vivió la empresa en manos de Guaidó, al punto que las autoridades colombianas tuvieron que intervenirla.
Las cifras son reveladoras. En 2018, la producción de Monómeros era de más de 800.000 toneladas y estaba a 92 % de su capacidad total operativa, mientras que durante el año 2019, la empresa solo generó 176.000 toneladas de agroquímicos y fertilizantes, es decir, a 20% de sus posibilidades.
Ante la situación, el año pasado la Superintendencia de Sociedades de Colombia ejerció un régimen de supervisión sobre Monómeros que terminó hace tres semanas, después de que la empresa lograra «normalizar» las «situaciones de tipo jurídico y administrativo» que la ponían en «riesgo de insolvencia». El paso siguiente fue la designación de la nueva directiva por parte del Gobierno de Maduro, que se hizo en días recientes.
Aunque no será inmediato, la situación de la empresa filial de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) está en vías a regularizarse. Las razones para que el traspaso se cristalice, además de políticas, son estratégicas: Monómeros es el principal proveedor de los fertilizantes y agroquímicos que se usan en el campo en Colombia, una pieza clave para su seguridad alimentaria.
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