Cuando una costumbre entra en nuestra rutina, es complicado cambiarla. Y, si hablamos de manías relacionadas con la comida, lo es más aún. Pero, si eres de los que está acostumbrado a deshacerse de esos hilillos blancos que rodean al cambur, puede que quieras dejar de hacerlo. Quitar estas hebras no solo nos hace perder tiempo, sino que también provoca que nos perdamos las valiosas vitaminas que estas contienen.
Los hilos que se quedan en el cambur cuando se separa la cáscara son parte del floema, el sistema conductor presente en el interior de las plantas que se encarga de llevar los nutrientes de un lado a otro. La fotosíntesis, el proceso por el que la planta produce los nutrientes, ocurre en las hojas. Los hilos de floema son los encargados de transportar los azúcares a lo largo de toda la planta, nutriendo también a su fruto.
Gracias a estos paquetes de floema, hilos que se suelen desechar a la hora de consumir la fruta, los plátanos tienen distribuidos los nutrientes de forma equilibrada.
¿Podemos consumirlos?
Aunque a muchos les parezcan desagradables, estas hebras son totalmente comestibles. Es más, aportan nutrientes muy valiosos como son la vitamina B6, calcio y antioxidantes. También aportan potasio y magnesio, que favorecen la función de los músculos y los nervios.
Estos hilos completan nutricionalmente el contenido del cambur, una fuente rica en hidratos de carbono y potasio. Sin embargo, cabe destacar que estas tiras solo están presentes en cantidades reducidas, por lo que no se puede esperar un cambio radical en el aporte nutricional de la banana.
Otras utilidades de los floemas
Estas tiras blancas no solo nos aportan nutrientes, también nos proporcionan una valiosa información sobre el estado de maduración de la fruta.
Elizabeth Trattner, experta en medicina china e integral, comenta en Reader’s Digest cómo interpretar el estado de estas hebras. Si los nutrientes propios de la banana no se han distribuido uniformemente a lo largo de la fruta, los hilos de floema estarán más apretados, indicando que el cambur está aún inmaduro. Si las hebras se desprenden fácilmente, nuestro cambur ya estará maduro y perfecto para comerlo.
Incluso podemos aprovechar su piel
Aunque no sea una práctica común y a muchos les pueda resultar desagradable, incluso la piel del cambur puede servirnos como alimento. Si es de producción ecológica, la piel del plátano no es tóxica. De hecho, contiene gran cantidad de nutrientes beneficiosos: vitaminas del grupo B, fibra, carotenoides y polifenoles antioxidantes.
Puede ser que la idea de comernos la piel de una banana cruda no resulte del todo apetecible. Incluso los chimpancés, cuando comen cambur, se deshacen de su dura cáscara. Pero hay diferentes formas de introducir esta piel en nuestra alimentación y así aprovechar sus beneficios: en batidos, en tartas, en pan…
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