El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, inauguró el Centro de Confinamiento del Terrorismo, que albergará a más de 40.000 pandilleros, y cuyo resguardo requerirá de 600 soldados de las Fuerzas Armadas y 250 efectivos de la Policía Nacional Civil.
El anuncio fue a dado a conocer el martes, a través de un mensaje videograbado en el que el mandatario resaltó que antes de su Gobierno, «en lugar de castigar al malo, castigaban al bueno, premiaban al delincuente».
La nueva cárcel está ubicada en una zona alejada de la población en el municipio de Tecoluca en el departamento de San Vicente, al oriente de la capital del país. El complejo cubre un área de 236 manzanas o 1.645 kilómetros, casi siete veces el tamaño del Estadio Cuscatlán, la arena de fútbol más emblemática de El Salvador.
El centro cuenta con pabellones para el confinamiento de reos, un almacén de armas y equipos de seguridad, y una fábrica donde los privados de libertad podrán asistir a más de 60 talleres, entre ellos pintura, pupitres, textilería, entre otros.
Para garantizar la seguridad del penal, hay un espacio para controlar el acceso de visitantes foráneos, el cual está equipado con un sistema de escáner de cuerpo completo, un escáner de paquetes y un arco metálico. Asimismo, está previsto que la prisión esté vigilada por perros guardianes, por lo que se edificó un hogar para los animales.
En tanto que para el manejo operativo del complejo, se construyó una administración y un edificio de custodios.
Desde que el Gobierno instauró el régimen de excepción en marzo de 2022 para capturar a todas las personas sospechosas de generar la violencia en el país, las autoridades han incautado 2.200 armas de fuego y han aprehendido a 62.975 presuntos terroristas, de acuerdo cifras del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
La medida saturó el espacio disponible en los centros penitenciarios de El Salvador en un 358 %, si se toma en cuenta la capacidad carcelaria previamente instalada de cerca de 30.000 localidades, de acuerdo con medios locales. Por tal motivo, el presidente Bukele anunció la construcción de un nuevo complejo en Tecoluca.
«Va a llegar un momento en que no van a caber [los detenidos], y por eso he ordenado que empecemos a construir otra cárcel», informó el mandatario durante un evento con las Fuerzas Armadas el pasado abril.
La estrategia de seguridad implementada por el Gobierno ha sido criticada por múltiples organizaciones, que acusan a las autoridades de cometer violaciones en contra de los derechos humanos.
Ese es el presidente que necesitamos en Venezuela. El dinero rinde más cuando no se lo roban. No los políticos enchufados que ahora compran Ferrari. Y la gente trabajadora pasando hambre.
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