Centenares de miles de ciudadanos se manifestaron este domingo por las calles de Madrid en defensa de la sanidad pública. Participaron 250.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y un millón de personas, según los convocantes, más de 70 asociaciones de la capital española.
Se estima que es la manifestación más numerosa desde que comenzaron las protestas por la sanidad pública y por el colapso de la atención primaria.
La ciudadanía respalda la huelga de médicos y pediatras de atención primaria que inició en la Comunidad de Madrid el 21 de noviembre y que casi tres meses después todavía no vislumbra su fin, debido a la falta de acuerdo con las autoridades.
La población pide el aumento de profesionales sanitarios, una mayor inversión económica y que los médicos dispongan de al menos 10 minutos para atender a sus pacientes, y de 15 en el caso de los pediatras.
Durante las últimas semanas, personalidades del ámbito de la cultura e intelectuales han expresado su apoyo a las demandas de los sanitarios.
Las críticas recaen directamente en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Los convocantes denuncian una política destinada al desmantelamiento del sistema público en beneficio del sector privado. Así, se esgrime que Madrid es la región con un mayor número de seguros privados de salud, un negocio que ya supera en beneficios a los seguros automovilísticos.
Falta de personal
Los sindicatos de profesionales sanitarios reclaman la contratación de más personal para aliviar las largas lista de espera actuales. En la región, con alrededor de seis millones de habitantes, alrededor de un millón no cuenta con médico o pediatra asignado.
Las listas de espera para especialistas, habituales antes de la pandemia, se han hecho frecuentes en los últimos meses también en la atención primaria. Los ciudadanos que hace años podían concertar una cita con su médico de cabecera para el día siguiente, ahora en muchas ocasiones tienen que esperar hasta un mes.
Este escenario agrava la situación de los servicios de urgencia, a los que la ciudadanía acude ante la demora de atención en los centros de salud. En este sector, los hospitales se encuentran desbordados.
Además, la atención de urgencias extrahospitalarias, suspendida con motivo de la pandemia del coronavirus, se reactivó recientemente, pero con una falta de medios notable.
Si en un principio el plan contemplaba que cada una de estas dotaciones contara con un médico, un enfermero y un celador, la realidad es que la falta de personal hizo que la reapertura estuviera marcada por centros con tan solo una persona y en muchas ocasiones sin médico.
Sin avances en la negociación
A pesar de las protestas populares, la negociación entre los sanitarios en huelga y el Gobierno en Madrid no han avanzado en los últimos tres meses. Mientras tanto, Díaz Ayuso no ha podido sacar adelante los presupuestos para este 2023 y trabaja con presupuestos prorrogados.
Una prueba que esgrimen los sanitarios sobre la falta de predisposición de la administración es que ni el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ni la propia Díaz Ayuso, se han personado todavía en ningún encuentro en el marco de la negociación con el comité de huelga.
De hecho, la huelga llegó a los tribunales, cuando el sindicato AMYTS denunció unos servicios mínimos desproporcionados del 100 % impuestos por la administración. La Fiscalía ya se pronunció a favor del sindicato, reconociendo que la Consejería vulneró los derechos de los sanitarios.
Asimismo, también ha sido polémica la interposición de varias multas a algunos vecinos de Madrid por parte de la Policía Municipal por repartir folletos que animaban a participar en la protesta de este 12 de febrero. Desde el Ayuntamiento, dirigido por el alcalde José Luis Martínez Almeida, del Partido Popular (PP), se apresuraron a manifestar que esas multas se tratan de errores.
Poco gasto en sanidad
La Comunidad de Madrid se encuentra a la cola del gasto sanitario en atención primaria en el país, al que dedica tan solo un 10,7 % del gasto total en salud, muy por debajo del 25 % que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la cifra más baja desde que hay datos.
El déficit de personal también es patente. Una de cada cinco plazas de médicos de familia no está cubierta, algo similar a lo que sucede con las plazas de pediatría, donde un 30 % se encuentran vacantes.
Además, Madrid es la segunda región española que cuenta con menos profesionales sanitarios de atención primaria, con 0,68 por cada 1.000 habitantes. En paralelo, también es el territorio que destina un menor porcentaje de su PIB a sanidad, un 4,7 %, más de dos puntos por debajo de la media nacional, que es del 6,9 %.
Un problema generalizado
Sin embargo, Madrid no es la única región española que donde se registran protestas por el estado de la sanidad pública. Este domingo, hubo una masiva manifestación en las calles de Santiago de Compostela, la capital de Galicia, al noroeste del país.
En este caso, el servicio regional de salud se ha comprometido a ofertar 400 nuevas plazas en atención primaria, algo que para los convocantes de las protestas es insuficiente para paliar la situación del sector.
También en Avilés, en Asturias, se produjo una protesta este domingo protagonizada por profesionales de enfermería para reclamar la mejora de sus condiciones laborales.
Protestas políticas
Tras el inicio de las manifestaciones, la presidenta madrileña ha sostenido en reiteradas ocasiones que se tratan de protestas políticas, queriendo achacar a motivos espurios las movilizaciones.
Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Borja Semper, ha tratado de enmarcar la situación en un escenario nacional, sosteniendo que el problema no es tan solo de Madrid, sino que se requiere de la toma de decisiones a nivel general.
Desde el Gobierno español, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recordó este lunes que la gestión sanitaria está transferida a las comunidades autónomas constitucionalmente y que el Ejecutivo nacional apenas tiene competencias en este sector.
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