Si alguien dijera que el olor del sudor de otra persona podría ayudar con la ansiedad social, ¿lo creerías? Eso es lo que dice un estudio realizado por científicos suecos.
La investigación aún es preliminar y se presentó recientemente en el Congreso Europeo de Psiquiatría.
Los autores indican que la exposición a señales químicas en el sudor de otra persona activa señales cerebrales vinculadas a las emociones.
En las pruebas que realizaron, notaron que la ansiedad social se reducía cuando los voluntarios estaban expuestos al olor corporal; en este caso, obtenido del sudor de las axilas de otros voluntarios.
Un detalle importante es que el experimento se llevó a cabo mientras los pacientes estaban en terapia de atención plena, una técnica en la que toda la atención debe estar centrada en el momento presente.
Los voluntarios que estuvieron expuestos a señales químicas humanas mostraron una reducción de alrededor del 39% en el grado de ansiedad social, mientras que el grupo que no olió el sudor mostró una reducción del 17%.
“Los resultados muestran que la combinación de estas señales de quimioterapia con la terapia mindfulness parece producir mejores resultados en el tratamiento de la ansiedad social”, explica Elisa Vigna, autora principal del estudio.
“Esperamos que esto pueda resultar en una nueva forma de ayudar a las personas con trastorno de ansiedad social”, dijo.
El investigador también resaltó que el grupo está realizando otros experimentos más profundos sobre el tema, ya que la teoría aún no está del todo demostrada.
Únete a nuestro grupo y canal informativo en Telegram, Whatsapp y Twitter
No hay comentarios.:
Publicar un comentario