Muchos autores han estudiado un fenómeno del
que casi todo el mundo ha sido protagonista o víctima en algún momento.
Todos ellos ofrecen pautas para dar una salida a este sentimiento negativo. Celos: claves para comprenderlos y superarlos, de José María Martínez Selva, y Celos en la pareja, una emoción destructiva, de Enrique Echeburúa, son dos ejemplos. De estos y otros ensayos hemos extraído diez consejos que pueden ayudarte.
1. Adopta una postura activa con respecto a lo que sientes. No
te dejes inundar por los celos sin hacer nada. Decide cómo quieres
transformar tus emociones y trabaja en ello con tenacidad.
2. Recuerda cómo has manejado la situación con anterioridad. Las primeras experiencias las tenemos de niños con nuestros padres. Es lo que se experimenta, por ejemplo, cuando nace un hermano pequeño, en la conocida como etapa de príncipe destronado. Después,
se revive esta emoción con amigos, adultos de referencia o los primeros
amores. Si hasta ahora no has sabido canalizar esos recelos, esta es
una oportunidad para aprender. Si en otras ocasiones los has gestionado
bien, trata de aplicar las mismas estrategias, aunque el contexto sea
distinto.
4. Elige bien a quién cuentas lo que sientes. No se
lo comuniques a la persona involucrada para no condicionarla. Lo que
haga la otra parte para que dejes de tener celos la privará de libertad y
no servirá de nada. Si no trabajas interiormente tus sensaciones,
renacerán.
5. Analiza qué parte de tu sentimiento de exclusividad está involucrada. Quizá sea la sexualidad, el
compromiso, los planes conjuntos, la intimidad, la química intelectual…
Céntrate en aquello en lo que ya no te sientes único para la otra
persona, no generalices el problema al resto de ámbitos de la relación.
6. Trata de reconquistar ese territorio. Recurre a las fórmulas que te sirvieron con anterioridad para convertirte en alguien exclusivo en ese aspecto concreto.
7. Márcate un objetivo que te sirva para evaluar si la reconquista ha triunfado. Puede ser que la otra persona te cuente algo íntimo, o tus relaciones sexuales se
conviertan en las mejores que has tenido nunca o que planifiquéis un
viaje solos. Es decir, la actividad tiene que guardar relación con el
espacio en que te sientes en peligro. Es importante que se trate de un
acontecimiento objetivo que ponga fin a tus desvelos… al menos hasta la
siguiente señal de alarma.
8. Intenta desdramatizar la posibilidad de la ruptura.
Tu pareja también tiene fecha de caducidad. Para todo hay un final.
Resulta imprescindible que te plantees el objetivo sabiendo que te gustaría recuperar la sensación de ser único para el otro, pero no necesitas conseguirlo. Quieres a ese ser, pero puedes vivir sin él.
9. No abuses de ciertas drogas mientras te sientas celoso. En personas con problemas relacionados con estas sustancias –sobre todo, alcohol y
cocaína–, la presencia de delirio celotípico es muy común. De hecho,
las dudas y sospechas patológicas con respecto a la fidelidad de la
pareja son utilizadas con frecuencia como excusas para explicar la dependencia.
10. Si sientes que no puedes gestionar los celos por ti mismo, ponte en manos de un especialista. Recuerda que corre serio peligro tu salud y también la de la persona con la que estás obsesionado.
Más información sobre los celos en el reportaje "Espionaje sentimental", escrito por Luis Muiño para la revista Muy Saludable, ya en tu kiosco.
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