La depresión es una patología muy seria. Si no se trata a tiempo, puede atentar contra la vida de las personas como cualquier otro tipo enfermedad conocida.
El psicólogo Rubén Abad, del Centro Profesional de Crecimiento y Desarrollo Humano, señala que "normalmente, cuando las personas se dan cuenta que pasan por este proceso depresivo, la primera recomendación es apoyarse en un especialista. A diferencia de otras enfermedades psiquiátricas, la depresión debe ser evaluada para ver el grado en que se encuentra y asumir las recomendaciones para manejarlo terapéuticamente o ser referido a un psiquiatra, que determinaría si es necesario medicar a esa persona para evitar caer en un estado depresivo agudo".
Señaló que las personas que sufrieron un duelo por primera vez entre los 8 y 9 años son más propensos a no saber cerrar estos procesos y no saben bien cómo defenderse. "Dado que en estas edades, es cuando los niños son conscientes por primera vez de un duelo y si tuvo algún trauma en ese tiempo, le es más difícil saber cómo lidiar con ello", dijo.
Cualquier persona es vulnerable a la depresión. Ante situaciones de pérdida, se presentan posibilidades de alteración del estado anímico. Cuando pasa de ser un episodio a un trastorno resulta en enfermedad. Normalmente, la persona no puede lidiar con el luto y piensa redundantemente para quedarse en ese estado, puntualizó Abad.
Por su parte, la psicóloga Marisela Torrealba resaltó que "la depresión puede llegar a un punto de abandono si no se trata a tiempo, ésta va creciendo y creciendo hasta un descuido total. Puede pasar en un caso extremo que la persona caiga en un cuadro de inanición casi catatónico y que no se alimente y pierda los cuidados esenciales por estar en un cuadro depresivo".
A su vez, Abad piensa que "la depresión contribuye a que los individuos alteren sus rutinas y que terminen causándose daño en muchos casos irreparable". Agregó que "terapéuticamente hablando, la situación del país hace propensa aún más las depresiones, el contexto social y el nivel de inestabilidad que se vive".
Para el especialista es importante saber cuándo una persona necesita apoyo ya sea familiar o psicólogo. "Las personas que necesitan ayuda deben saber que uno está allí, y apoyarlos a reactivarse a niveles de su vida normal, y así evitar que piense siempre en los mismos problemas. Hay que ser perseverantes y lograr que el afectado recupere poco a poco su vida normal y así disminuirles su visión de la realidad".
Torrealba agrega que la depresión es una enfermedad muy seria que si no se trata a tiempo, puede atentar contra la vida de la persona como cualquier otro tipo de patología conocida. La depresión se puede dividir en dos tipos, "endógena, que viene de adentro de la persona y la exógena viene del entorno, el país por ejemplo. Las condiciones de incertidumbre colaboran con la determinación del individuo y este recae por no saber a dónde va su vida y por ende no tiene preciso ni el destino ni en quien apoyarse".
La especialista realza que es de vital importancia rodearse de gente positiva y evitar llenarse de información para así evitar la ansiedad, sentirse útil, buscar nuevos caminos y sobre todo distraerse con alguna actividad.
Por último, Abad destaca que "no hay que dejarlo solo y ayudar a equilibrar las actividades regulares de esas personas. Empaparse de información de la enfermedad e identificar las recomendaciones de psicólogos y no caer en la zona oscura, es decir, una inactividad aguda".
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