Recientemente WhatsApp ha cambiado su política de privacidad y está mandado un aviso a todos sus usuarios para que acepten los nuevos términos y condiciones. ¿De qué se trata?
Entre las condiciones destaca la obligación de todos los usuarios a aceptar el envío a Facebook de su información personal, pues de lo contrario, no podrán seguir utilizando la aplicación de mensajería instantánea a partir del 8 de febrero de 2021.
Tras conocerse la noticia, una ola de mensajes llenos de incertidumbre coparon las redes sociales donde muchos usuarios expresaron su arrepentimiento por haberlo aceptado sin leer el documento previamente mientas que otros esperaban recabar más información para decidir entonces aceptarlas o no.
En Sputnik hemos querido despejar las dudas que han surgido respecto a este tema y hemos consultado a Alonso Hurtado, considerado como uno de los mejores abogados especializados en Nuevas Tecnologías y Ciberseguridad y miembro del equipo de la empresa ECIJA, firma de referencia en España en derecho de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones (TMT).
— WhatsApp ha lanzado un aviso a sus usuarios para que acepten sus términos y condiciones pero, ¿qué estamos aceptando realmente? ¿cuál es el cambio con respecto a lo anterior?
— El documento que acepta cualquier usuario es la política de privacidad, documento informativo en el que se describen todas y cada una de las condiciones que WhatsApp aplicará en relación con el tratamiento de datos personales que realiza. Existen múltiples cambios, pero el principal de todos ellos es que, a partir del 8 de febrero de 2021, comenzará a compartir determinada información que hagamos con nuestra cuenta de WhatsApp con Facebook y demás empresas del grupo. No obstante, WhatsApp ha aclarado que no compartirá los datos personales que pertenecen a la esfera más privada de los usuarios, con el siguiente esquema:
— ¿Cómo han evolucionado los términos y condiciones de WhatsApp de 2016 a los de ahora? ¿Cuáles son los cambios más significativos?
— Los principales cambios han venido derivados de la adaptación de la política de privacidad al Reglamento Europeo de Protección de Datos. En un estudio publicado en julio de 2019 se puede ver el estudio comparativo de varias plataformas, entre ellas WhatsApp.
— Una vez aceptadas, ¿se pueden rechazar esas condiciones como quien rescinde de un contrato? ¿cómo se debería hacer?
— Efectivamente, siempre es posible rechazar la Política de Privacidad, pero ello implicará que no será posible seguir utilizando WhatsApp, dado que son las condiciones de privacidad que rigen el uso de la plataforma. El proceso a seguir sería cerrar la cuenta de WhatsApp borrándola a través del área de ajustes.
— ¿Habrá alguna forma de poder utilizar la app saltándose esas condiciones de privacidad en el futuro?
— Para los nuevos usuarios no será posible, pero para los usuarios ya existentes, WhatsApp ha indicado que, a partir del 8 de febrero de 2021 podría bloquear las cuentas de quienes no acepten el aviso. Dicho aviso se seguirá mostrando al usuario, hasta que no sea aceptado.
— Los residentes en la UE de momento están a salvo por la Ley de Protección de Datos pero si yo, ciudadana española, me voy a EEUU o a Ecuador con mi móvil, ¿ahí sí los recopilan?
— La realidad es que el criterio aplicado no es dónde te encuentres, sino donde residas y con alta probabilidad donde aceptaste la política de privacidad. Es decir, si eres un usuario de Europa, aceptas una política de privacidad concreta, pero si resides en otro lugar, se aplica una política de privacidad diferente. Los usuarios que hayan aceptado la política de Europa, seguirán sometidos a dicha política de privacidad, y no le será de aplicación la de otras zonas.
— ¿Deben preocuparse los usuarios fuera de la UE por su privacidad con esta nuevas condiciones de WhatsApp?
— Realmente la preocupación o no dependerá mucho de cada usuario. La realidad es que el uso de WhatsApp está tan extremadamente extendido entre los usuarios que no es la privacidad, o al menos no por ahora, el elemento que más preocupa a la mayoría de los usuarios. Es cierto que están apareciendo otras plataformas como Telegram, Signal y semejantes, pero la realidad es que su extensión en estos momentos en Europa y gran parte del mundo es limitada.
«Algo que quizá deberíamos plantearnos, a pesar de que es un debate bastante complejo, es por qué siempre partimos de la suposición de que los usuarios desean la privacidad más absoluta, pero están dispuestos a pagar por servicios como WhatsApp», explica Hurtado.
Siempre he defendido que servicios electrónicos de este tipo son servicios que tienen un alto coste, que no es posible sostener sin ningún tipo de ingreso. Los ingresos pueden venir del pago realizado por los usuarios, o de la explotación de modelos de negocio derivados, tal y como la publicidad contextualizada, o la explotación de la información segmentada de los usuarios.
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