Con una gran parte de la población española vacunada y en plena temporada de virus respiratorios estacionales, muchos síntomas que coinciden en el caso de la enfermedad pandémica y otras como la gripe o el resfriado pueden ser difíciles de interpretar.
La voz ronca es un claro ejemplo de esto. Se trata de un fenómeno al que estamos más que acostumbrados en invierno y que antes de la irrupción de la pandemia solía solucionarse, como mucho, con la toma de algún medicamento de venta libre. Ahora, en cambio, puede ser motivo de más preocupación.
¿Por qué se nos pone la voz ronca?
La voz ronca (más baja en volumen, más grave y con un sonido menos claro y ligeramente distorsionado), que normalmente se presenta acompañada de una sensación áspera en la garganta, es un síntoma claro de afectación a las cuerdas vocales y la laringe.
Como tal, es típica en aquellas enfermedades que atacan las vías respiratorias altas (a las que pertenece la laringe) que incluyen, entre otras, rinovirus y adenovirus (resfriados o catarros), influenza (gripe) y varios tipos de coronavirus (no sólo el SARS-CoV-2).
El mecanismo, a nivel más concreto, es una combinación de la inflamación e irritación de las cuerdas vocales, lo que disminuye su flexibilidad y afecta al tono de la voz, y la presencia de mucosidad.
Todo ello encaja con el modo en el que la covid ataca a nuestro cuerpo. Desde hace tiempo, se conocen de sobra las respuestas inflamatorias que el virus causa en el cuerpo humano. La tos que se produce en consecuencia no sólo es una señal clara de esto, sino que además puede, a su vez, irritar y causar inflamación en las cuerdas vocales.
Cuán común es con la covid
Desde la irrupción de la covid, y como parte del esfuerzo por elaborar un catálogo sintomático claro, se han llevado algunos estudios con el fin de cifrar la prevalencia de la voz ronca en el cuadro causado por la enfermedad.
Así, las cifras varían; un estudio publicado en marzo de este año en el medio especializado Journal of Voice encontró este síntoma en 69 de los 160 pacientes estudiados (lo que representaría algo menos del 45%) mientras que previamente un trabajo de junio de 2020 en el mismo medio con una muestra mucho mayor (702) sólo lo había registrado en un 27%.
Sea como sea, sí que hay que puntualizar que en pequeños porcentajes de los pacientes este signo puede volverse relativamente grave y muy duradero, llegando a mantenerse por más de un mes.
En cualquier caso, la voz ronca, por sí sola, no debe ser considerada una evidencia de que se padece la covid. En cambio, habría que tener en cuenta el contexto del signo (y más específicamente si coincide con otros síntomas), en cuyo caso es preciso confirmar el diagnóstico con el criterio de un médico y/o la prueba o pruebas pertinentes.
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