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Cinco personas sospechosas del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci fueron capturadas por la Policía Nacional y cuatro de ellas se declararon culpables de cometer el crimen que conmocionó a la sociedad de ese país.
Pecci fue asesinado el 10 de mayo en la isla de Barú, cerca de Cartagena, mientras disfrutaba de su luna de miel con su esposa, la periodista paraguaya Claudia Aguilera, con quien se había casado en Asunción el 30 de abril y esperaba un hijo.
El fiscal, de 45 años, investigaba casos de narcotráfico y crimen organizado. Su asesinato, cometido por un sicario que llegó en una moto acuática a la playa de un exclusivo hotel donde se hospedaba la pareja, ha dejado grandes incógnitas sobre las causas que llevaron a cometer el homicidio.
Al respecto, la Fiscalía General de la Nación reveló un video en el que se ven los momentos previos al asesinato del fiscal Pecci y cómo planearon los sicarios el atentado. En la grabación se ve cómo el funcionario paraguayo disfruta de la playa junto a su esposa mientras es identificado por varias personas, al parecer sospechosas, de su presencia en el lugar.
Finalmente, cuando los delincuentes se aseguran de que el espacio estaba despejado le dan señales al sujeto que estaba en la moto acuática para que accione su arma contra el fiscal.
Pecci, especializado en crimen organizado, narcotráfico, lavado de activos y financiamiento del terrorismo, había investigado a grupos criminales de origen brasileño, además de lavadores de dinero libaneses de la triple frontera con Brasil y Argentina.
También estuvo a cargo de casos de fuerte repercusión en el continente, como el secuestro y asesinato en 2005 de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999), y el enjuiciamiento en 2020 del astro retirado del fútbol brasileño Ronaldinho, detenido en Asunción por falsificación de pasaporte paraguayo.
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