Cuando el estómago de una persona hace ruidos, lo primero que pensamos es que tiene hambre.
Esto no es necesariamente cierto. Según un libro que está causando furor en Alemania puede deberse a que el aparato digestivo está autolimpiándose.
Traducido
al español como"La digestión es la cuestión", el libro fue escrito por
la microbióloga alemana Giula Enders y revela cómo funciona este órgano.
BBC Mundo le presenta cinco de los hechos que se destacan en el libro.
1 Los jugos digestivos funcionan como detergente en polvo
El intestino delgado tiene una longitud de tres a seis metros y es la parte de nuestro tracto digestivo que más trabaja.
Nos
quiere ofrecer tanta superficie como sea posible para absorber los
nutrientes de los alimentos, por lo que está lleno de diminutos
pliegues, sin ellos, tendría que medir 18 metros para hacer su trabajo.
Nuestros jugos digestivos contienen los mismos agentes que los detergentes en polvo: enzimas digestivas y disolventes de grasa.
Los
detergentes para lavar son eficaces en la eliminación de manchas, ya
que digieren cualquier sustancia grasa, rica en proteínas o azucarada de
la ropa, con ayuda del movimiento del tambor de la lavadora.
Eso es más o menos lo que sucede en nuestro intestino delgado.
Los jugos digestivos descomponen los hidratos de carbono, proteínas y grasas.
Las
proteínas y los hidratos de carbono son transportados al torrente
sanguíneo a través de la pared intestinal, absorbidos por los vasos
sanguíneos, y llevados al hígado.
Aquí, las sustancias peligrosas se destruyen.
La sangre rica en nutrientes fluye entonces desde el hígado directamente al corazón.
2 Un filete permanece en el estómago durante seis horas
Una vez que la comida masticada llega al estómago, las paredes musculares empiezan moverla para descomponerla.
Con un empujón, la comida es lanzada contra la pared del estómago, rebota y cae.
El
estómago agita la comida y la muele en partículas pequeñas, la mayoría
de menos de 2 mm de diámetro, antes de que pasen al intestino delgado.
Los carbohidratos simples, como el pastel y el azúcar, tardan cerca de dos horas para descomponerse.
Las proteínas y las grasas permanecen en el estómago durante un tiempo considerablemente más largo.
Un filete puede facilmente permanecer en el estómago durante seis horas.
Es
por esto que las comidas ricas en carbohidratos nos animan más
rápidamente, pero las comidas con mucha carne o grasa nos mantiene
llenos por más tiempo.
3 Por qué comer nos hace sentir somnolientos
Una razón por la que nos sentimos cansados y lentos después de comer es
que ciertos mensajeros químicos liberados por el cuerpo cuando estamos
llenos también estimulan las áreas del cerebro responsables del
cansancio.
Este cansancio es tal vez un inconveniente para nuestro cerebro cuando estamos en el trabajo, pero es beneficioso para el intestino delgado.
Este funciona más eficazmente cuando estamos relajados.
La
somnolencia significa que la cantidad óptima de energía está disponible
para la digestión en lugar de tener que ser utilizada en otros lugares, y nuestra sangre no está llena de hormonas del estrés.
4 Qué significan los ruidos del estómago
Nuestro estómago hace ruido cuando tenemos hambre pero también cuando está en pleno proceso de limpieza.
Alrededor
de una hora después de que el intestino delgado ha terminado de
digerir, una contracción muscular grande, ruidosa y ondulada barre las
sobras desde el estómago hacia el intestino para dejar el estómago vacío
y limpio.
Comer entre comidas detiene este proceso.
El picoteo constante significa que no hay tiempo para la limpieza.
Esta es una razón por qué algunos nutricionistas recomiendan un espacio de cinco horas entre las comidas, aunque no hay evidencias científicas que demuestran que el intervalo debe ser precisamente este período de tiempo.
Una razón por la que nos sentimos cansados y lentos después de comer es
que ciertos mensajeros químicos liberados por el cuerpo cuando estamos
llenos también estimulan las áreas del cerebro responsables del
cansancio.
Este cansancio es tal vez un inconveniente para nuestro cerebro cuando estamos en el trabajo, pero es beneficioso para el intestino delgado.
Este funciona más eficazmente cuando estamos relajados.
La
somnolencia significa que la cantidad óptima de energía está disponible
para la digestión en lugar de tener que ser utilizada en otros lugares, y nuestra sangre no está llena de hormonas del estrés.
4 Qué significan los ruidos del estómago
Nuestro estómago hace ruido cuando tenemos hambre pero también cuando está en pleno proceso de limpieza.
Alrededor
de una hora después de que el intestino delgado ha terminado de
digerir, una contracción muscular grande, ruidosa y ondulada barre las
sobras desde el estómago hacia el intestino para dejar el estómago vacío
y limpio.
Comer entre comidas detiene este proceso.
El picoteo constante significa que no hay tiempo para la limpieza.
Esta es una razón por qué algunos nutricionistas recomiendan un espacio de cinco horas entre las comidas, aunque no hay evidencias científicas que demuestran que el intervalo debe ser precisamente este período de tiempo.
5 ¿Con qué frecuencia debe ir al baño?
El
intestino grueso es donde se procesa el resto de comida que no ha sido
digerido por el intestino delgado, como la fibra indigestible.
El tiempo de procesamiento de estas sobras es de alrededor de 16 horas.
De
este modo, ayuda al cuerpo a extraer las sustancias que incluyen
minerales importantes como el calcio, que sólo pueden ser absorbidos
adecuadamente aquí.
El tiempo promedio para que la comida vaya del tenedor al baño es de un día - las tripas más rápidas lo logran en ocho horas mientras que las más lentas pueden tardar tres días y medio.
El intestino grueso tiene tres secciones: el colon ascendente, transverso y descendente.
Por lo general, cuando vamos al baño, vaciamos la última sección para llenarse al día siguiente.
Para la mayoría de la gente, el contenido de su intestino grueso es suficiente para una evacuación al día.
Sin
embargo, las personas que llenan su intestino grueso con suficiente
volumen pueden tener que ir al baño dos o tres veces al día.
Tres cuartas partes de las heces son agua, para asegurar que es lo suficientemente suave para pasar fácilmente.
Una tercera parte de la materia sólida es la bacteria que nuestro cuerpo no necesita más.
Otro
tercio se compone de fibra vegetal no digerible, y el tercio restante
se compone de sustancias de las que el cuerpo quiere deshacerse como
restos de medicamentos, colorantes alimentarios o colesterol.
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