Mucha de esta jugosa y suave carne, proveniente de la cría de uno de los
mejores ganados del mundo, se redireccionó a finos restaurantes y, otra
parte, a empresas surtidoras de expendios de comida rápida.
Entre marzo y abril de este año arribaron 660 toneladas de carne al
país, provenientes de Argentina, pero el pueblo de a pie no se comió ni
un kilito a precio regulado, porque empresas de maletín y otras formales
utilizaron la doble facturación y acapararon para elevar los costos de
este producto.
Hasta en 6.000 bolívares fueron expendidos los kilos de carne que
debieron venderse en Bs. 210 cada uno, ya que fueron adquiridos con
divisas preferenciales de Cencoex. Mucha de esta jugosa y suave carne,
proveniente de la cría de uno de los mejores ganados del mundo, se
redireccionó a finos restaurantes y, otra parte, a empresas surtidoras
de expendios de comida rápida.
La Superintendencia de Precios Justos (Sundde) ha localizado 247
toneladas del rubro. De éstas, unas 79 toneladas han sido retenidas por
distintas irregularidades; el último hallazgo fueron 35 kilogramos
confiscadas este miércoles en el frigorífico del Centro Líder en Palo
Negro, en Aragua, para completar las 79 retenidas.
William Contreras, superintendente nacional de la Sundde, reveló que
cada kilo de carne era vendido en apariencia a 210 bolívares, pero con
mecanismos de intermediación y de operaciones financieras su precio se
estableció por encima de los mil 200.
Añadió que en coordinación con la Superintendencia Nacional de
Seguridad y Soberanía Alimentaria (Sunagro), se realizó el seguimiento a
las rutas de las guías de movilización de la empresa Desarrollo
Panadero C. A. (Despan), en Nueva Esparta, que compró el rubro en Buenos
Aires, al Frigorífico Gorina SAIC.
“Esta empresa (Despan) compró esta carne con dólar preferencial a
6,30 y otra parte a 10,00, y a través de la cadena especulativa llegó a
venderse a los destinatarios finales en algunos casos en precios
especulativos hasta de 9 mil 200 bolívares. A ese tipo de cambio, cuando
se le agregan los gastos de importación y de nacionalización por la
carne, eso da solamente 83 bolívares por kilo”, indicó.
Contreras explicó que la operación encubierta fue detectada por
equipos de trabajadores de la Sundde, quienes realizaron el seguimiento
pertinente y establecieron que se fijaron tres intermediarios.
Despan encabeza la acción comercializando 137 toneladas del rubro a
la firma Conceptos I C. A., ubicada en Los Chaguaramos. Al mismo tiempo
le vende 110 toneladas a Sumimistros Marinos y Cárnicos C. A., en La
Trinidad.
“Aquí detectamos que la compañía Concepto I C. A. realiza dos
desembolsos, uno a Despan para cancelar 137 toneladas de carne a un
precio de 210 bolívares, que es el precio regulado; mientras que el otro
pago de 990 bolívares es depositado en la empresa Inversiones IJRE C.
A., para completar los mil 200. Es decir, se le cancela al importador y a
una empresa que se presta para recibir la diferencia”, indicó el
economista.
Lo propio hizo Suministros Marinos y Cárnicos C. A., pero contactando
para el segundo pago a IJRE C. A., operadora financiera de Despan y a
GSM de Venezuela, una empresa vinculada con Despan.
Un tercera línea que se investiga, dijo Contreras, está referida a
otros 35 mil kilos de carne que se encontraron en calidad de
almacenamiento en el frigorífico del Centro Líder en Palo Negro, que
forman parte de las 660 toneladas importadas y que se vinculan a tres
empresas que aún no han podido demostrar que solo tienen una prestación
de servicio con esta enfriadora.
Agregó que hay un agravante en este caso, debido a que el producto
permanece en estas neveras desde el mes de abril y no la colocan a la
venta. “Sospechamos que en este caso hay una figura llamada el velo
corporativo. Es decir, que presuntamente este servicio logístico está
relacionado con Despan para esconder la carne y colocarla a precio
especulativo”.
El superintendente indicó que detrás de las acciones ilícitas se
presume que IJRE C. A. y GSM de Venezuela C. A. pudieran ser empresas de
maletín, ambas creadas como intermediarias por parte de Conceptos I C.
A., y donde se involucran sus cónyuges y los familiares de éstas.
La firmas comerciales además fungen como mediadoras de una cartera de
clientes de al menos 900 empresas en las que se cuentan desde
supermercados, restaurantes como el Maute Grill (Las Mercedes) y Vista
Grill (San Bernardino), hasta talleres mecánicos.
En ese orden agregó que en el caso de los restaurantes aunque las
cantidades adquiridas parecieran no ser relevantes “sospechamos que les
llegó carne a través de este intermediario”.
Las alianzas se establecieron, entre otras, con Alimentos Oceanía,
dedicada a la preparación de alimentos para oficinas, y a Complejos
Agropecuarios Cárnicos C. A., que preparan las carnes de hamburguesas
para grandes cadenas de comida rápida.
A estos se suma el proveedor de la transnacional McDonald’s, denominado COR, C. A.
Añadió que otro caso es el de Suministros Marinos y Cárnicos C. A.,
que le vendió 55 toneladas de la carne importada a la cadena Excelsior
Gamma a mil 200 bolívares, y probablemente el supermercado lo expendería
en 2 mil 600 bolívares, pero la carne nunca llegó al supermercado.
“Presumimos que esta empresa pudiera estar vinculada con Excelsior
Gamma supermercado utilizando como fachada esta supuesta compra, porque
la carne aun no se ha despachado y se comercializó, además, de un precio
original de 83 bolívares a mil 200, creando una cadena especulativa de
1.344%”.
Contreras condenó no solo el hecho de que se establezca una
distribución exclusiva con sectores privados que más tarde terminan
revendiendo la carne en establecimientos comerciales, sino que el
producto que tenía como destino los hogares venezolanos fue desviado
induciendo una escasez del producto.
Denunció además este hecho y dijo que esta causa alarma porque se establecieron mecanismos para ocultar la cadena especulativa.
“Lo que nosotros queremos constatar es que estos son mecanismos de
desestabilización económica, estos son los parásitos de nuestra sociedad
que además atentan contra la vida de las personas; lo que estamos
detectando aquí es un crimen con figuras artificiales desde el punto de
vista legal para esconderle los alimentos al pueblo”.
El superintendente agregó que las investigaciones continúan y, este caso fue presentado al Ministerio Público.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQ supervisen a los CLAP, son la nueva mafia del gobierno!! Iniciaron con una bolsa de comida, ahora van mejorando... sólo entregan una harina y una pasta
ResponderBorrareres un miserable opodricionista, infofrenico alienado
BorrarY no hay nadie preso nada se hace con solo denunciar
ResponderBorrarBecerro con léxico intelectual en Texas murieron 50 de tus hermanos carnales. Loco.
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