Ver películas eróticas junto a tu pareja puede
convertirse en una experiencia excitante, que ayuda a mejorar
vuestra comunicación sexual. Además de distraerse durante unas horas, es un
buen momento para decirle a tu pareja que quieres vivir lo mismo que estás
viendo en pantalla.
Si ves una escena en la que los protagonistas hacen el amor
en la piscina, por ejemplo, y nunca te atreviste a confesarle a tu pareja
que quieres una experiencia similar, es un buen momento. Seguramente, en
cuestión de horas o días tendrás una fantasía sexual realizada. Este
tipo de películas ayuda a que ambos puedan desinhibirse en la cama.
El erotismo en
pantalla ayuda a estimular la imaginación de la pareja a la vez que fomenta la
comunicación. Podéis comentar qué cosas os gustan de las escenas que estáis
viendo y qué cosas por el contrario no os atraen.
Ayuda a activar el deseo sexual de ambos y a tener ganas de
convertiros en los protagonistas de la película que estáis visualizando.
Además, puede ser el momento oportuno para arreglar ciertos problemas con
tu pareja, sobre todo los de carácter sexual.
Las películas
eróticas se convierten, por tanto, en una opción para preparar
un plan candente con tu pareja. Igual que cuando se ve en pantalla un beso y se
puede sentir ternura, ver sexualidad también produce ganas de hacer
el amor. Es un momento también de aprender cosas nuevas y de llevarlas a
cabo.
Ahora bien, también hay que tener en cuenta qué tipo de
película es porque no todas reflejan la realidad. La película
erótica debe de ser vista más bien como una ayuda didáctica que
muestra algunas acciones placenteras que se pueden realizar con la pareja.
Como curiosidad, hay que añadir que siglo XIX, con la aparición del
cinematógrafo, hombres del poder encargaban este tipo de películas para que las
fotos del acto sexual provocasen excitación y se utilizaban en prostíbulos.
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