Las posturas que adoptan las parejas al momento de la relación sexual son tan importantes como los juegos previos a la penetración para permitirles llegar al orgasmo.
Según recomendaciones de expertos, existen dos posturas con las que toda mujer siempre llegará al clímax.
Los preliminares y las posturas cuentan
Paranadie es un secreto que los preliminares en la relación sexual juega un papel importante.
Hay numerosos estudios y referencias de profesionales que evidencian que las mujeres necesitan juegos previos, caricias por todo el cuerpo y hasta una buena conversación antes de practicar el coito para que este sea satisfactorio.
Debes tener presente que para satisfacer a una mujer no es necesario llegar a la penetración, muchas veces el sexo oral es suficiente, por ejemplo.
Ponte las pilas
Aunque parezca complicado, practicar sexo oral a una mujer debe ser algo divertido con lo que ambos disfruten y no convertirse en una espiral de sufrimiento.
Si no eres un experto no te agobies, todo el mundo tuvo que empezar por algún sitio.
Cabe acotar que a ninguna mujer le gusta que vayas directamente ahí. Tómate tu tiempo. Los besos, la estimulación de los senos y los pezones, los mordiscos por el interior del muslo forman parte de un buen preámbulo.
Debes tener presente que es importante ir despacio y esperar hasta que tu pareja esté lo suficientemente caliente; si vas demasiado rápido acabarás con todo el encanto.
La clave es succionar de manera muy sutil porque si lo hacer muy fuerte puede llegar a ser doloroso. Absorbe con delicadeza cada rincón. Combina las succiones con lametones.
Para algunas mujeres muchas veces con el sexo oral es suficiente para que lleguen al orgasmo.
No obstante, conviene ser cuidadoso y controlar la velocidad, el ritmo lo marca la mujer, por lo que debes estar atento a sus reacciones.
Finalmente, para que todo esto salga bien, hay algunas posturas que favorecen este máximo placer.
¿Qué posturas intentar?
Ella deberá acostarse boca arriba en la cama con las rodillas flexionadas y las piernas ligeramente abiertas.
Él entre ellas mientras su pareja agarra su cabeza y la presiona hacia su clítoris. Ambos deben disfrutar de una experiencia excitante que sin duda será el preludio perfecto de un encuentro explosivo.
Especialistas indican que con esta posición se consigue que el ángulo entre la boca y el órgano femenino se vea favorecido.
También se recomienda que utilices las manos. Los dedos pueden servir para agarrarte a sus nalgas, por ejemplo. A la mayoría de mujeres les encanta que agarres su cadera y trasero mientras estás ahí. ¡Atrévete! Y que tú único contacto no sea solo con la lengua.
La otra posición que se recomienda es prácticamente igual a la anterior, pero las piernas deben estar abiertas como si fueran las alas de una mariposa.
En cualquiera de los casos ella debe estar tumbada para que esté relajada al máximo.
Gracias a ambas posturas se contribuye a que los músculos vaginales se relajen, y así la vagina lubrique de forma natural. También le otorga el pase del poder a la mujer, algo que resulta altamente excitante para el hombre ya que ella puede mover sus caderas y decidir el ritmo.
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