Con el objetivo de contribuir al crecimiento y fortalecimiento político, social y cultural en el estado Miranda, este martes se llevó a cabo el acto de bienvenida de más de cien nuevos formaros culturales que se suman al equipo de trabajo de Misión Cultura Corazón Adentro en la entidad. La actividad se llevó a cabo en las instalaciones del Centro de la Diversidad Cultural, ubicado en la parroquia San Pedro del municipio Libertador en el Distrito Capital.
Jorge Rodríguez Carapaica, director general del Gabinete Cultural del Estado Miranda y coordinador del programa, explicó a las y los nuevos formadores que la Misión Cultura Corazón Adentro tiene un alto impacto social y cultural ya que aborda directamente a las comunidades para promover valores socialistas.
“Talleres de formación, danza, música, conversatorios, canto, teatro y artes plásticas son varias de las vías para que las y los nuevos integrantes desarrollen, apoyen e impulsen la gestión cultural, de la mano con el equipo cubano en sus comunidades de origen”, puntualizó Rodríguez, quien además recordó que estos espacios permiten que niñas, niños, jóvenes y adultos se alejen de las drogas.
Equipo comprometido
El Coordinador exhortó al nuevo equipo de trabajo para que contribuyan a que este programa sea eterno y no dependa de una institución, sino que se mantenga a lo largo del tiempo y para que la comunidad organizada siga apoderándose de los espacios culturales, que gracias a la Revolución se han ido rescatando progresivamente.
Por su parte, Luis Jaspe, quien se desempeñará como formador cultural en los Altos Mirandinos, manifestó que esta oportunidad representa el camino para seguir en la búsqueda de elementos que conforman las tradiciones culturales y originarias. “Formar parte de este equipo de trabajo nos permite contribuir al avance en la organización social y comunitaria. De esta manera la revolución cultural se sigue materializando”, aseguró.
Finalmente el Director general del Gabinete Cultural del Estado Miranda destacó que una de las características que tienen todas y todos los nuevos formadores culturales es que a lo largo de sus vidas siempre han estado trabajando en el rescate, apoyo e impulso de las manifestaciones culturales en sus comunidades voluntariamente.
“Gracias a la a este proceso de cambio social, político y cultural por el que estamos atravesando hoy día, podemos compensar con un salario a estos líderes comunitarios”, dijo.
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