El primer encuentro fue maravilloso, los dos han alcanzado un orgasmo
explosivo. Te quedas más que satisfecho, sientes que te tienes bien
merecido el reposo del guerrero, has estado fabuloso. De hecho, eso fue
lo que ella te dijo. Te echas sobre tu espalda, respiras profundo…
En eso, ella retoma las caricias, te besa ahí donde te gusta y te
susurra: “¿Preparado para un segundo round?”. Tú la miras con cierto
temor, y con voz tímida y dubitativa le preguntas: “¿Ahora?”. “Ya!!!” te
dice ella loca de deseo.
Y tú simplemente te quieres morir…
Nada te gustaría más que ir por el segundo round, pero simplemente no puedes!
Pero no te preocupes… no estás solo en esto. A muchos de tus pares
les sucede lo mismo, y después de la primera eyaculación necesitan un
tiempito antes de volver al ruedo.
¿Por qué?
Porque después de primera eyaculación entras en lo que se conoce como
período refractario masculino, durante la cual resulta fisiológicamente
imposible que se experimentes una erección sostenida y/o orgasmos y
eyaculaciones adicionales. Inclusive, para algunos hombres el pene,
tras la eyaculación, puede volverse hipersensible y la estimulación
sexual en ese momento particular podría resultarles molesta o dolorosa.
El período refractario puede variar mucho de un hombre a otro: desde
unos pocos minutos para algunos, hasta varias horas para otros. Y este
tiempo, generalmente aumenta con la edad.
Para muchos, este cambio en rendimiento puede provocar mucha ansiedad
e inseguridad de sus propias capacidades sexuales y, como consecuencia,
buscan soluciones erradas, como el consumo de algún medicamento para la
disfunción eréctil. Sin embargo, existen alternativas naturales para
acortar un poco la duración del período refractario. Así que tomen nota!
Tips para el segundo round:
- Luego de la primera eyaculación, intenta colocar una toallita tibia sobre el pene y testículos, manteniendo así el área genital calientita. De esta manera, podrás ayudar a estimular y mantener el flujo sanguíneo en la zona genital.
- Si no estás hiper sensible al tacto, unos masajes suavecitos en los genitales, son una buena alternativa para lograr la misma meta.
- También, debes tener en mente que no necesitas eyacular para sentir el placer de un orgasmo. Podrías prolongar la actividad sexual, si logras separar la eyaculación del orgasmo, y para esto, debes tener un buen manejo de tus músculos pubocoxígeos.
- Por último, no permitas que una situación normal como lo es el período refractario, te cause ansiedad. Mientras más y pendiente estés, más tiempo tardarás para tener una próxima eyaculación.
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