“No tienes que traer el dinero en efectivo, si concretamos la negociación, puedes pagar por Zelle. Venga sin compromiso”, esa es una de las carnadas que utilizan las bandas delictivas que se dedican a ofertar vehículos a través de la plataforma Marketplace de Facebook para luego secuestrar a los incautos compradores en Ocumare el Tuy, estado Miranda.
El hecho de no tener que llevar el dinero da confianza a los compradores, pero una vez que llegan al sitio acordado para la comercialización del carro, son secuestrados. En algunos casos, las víctimas han sido asesinadas, como ocurrió con el almirante Viberto Quinteiro Pérez, de 55 años, quien viajó desde Valencia hasta la población de Ocumare del Tuy a negociar un camión, el 7 de septiembre de 2020, y lo mataron cuando intentó escapar de los delincuentes.
“Si te interesaste en un vehículo ofertado en 5.000 dólares es porque tienes ese dinero”. Esa es la deducción que hacen los delincuentes, según se desprende de los testimonios ofrecidos a los cuerpos policiales por quienes han vivido esta amarga experiencia.
No tienes que traer el dinero en efectivo, si concretamos la negociación, puedes pagar por Zelle. Venga sin compromiso
Señuelo usado por las bandas para atrapar a compradores incautos
El envío de vídeos mostrando el supuesto vehículo, con la voz de un niño de fondo para dar la sensación de que el vendedor es un padre de familia es otra de las tretas que utilizan las bandas organizadas. En el material audiovisual van detallando las características del automóvil, mientras muestran cada una de sus partes. “Avíseme si va a venir que voy saliendo para la parcela a ver un ganado”, son frases que con frecuencia utilizan los estafadores.
Las víctimas son citadas en sitios que aparentan ser seguros, como las adyacencias del Circuito Judicial Penal de los Valles del Tuy, ubicado en la parroquia Santa Bárbara del municipio Lander, o en los alrededores de la comisaría de la Policía del estado Miranda, frente a la plaza del Estudiante de Ocumare; sin embargo, luego, los compradores son trasladados a territorios comandados por delincuentes.
Con esos anzuelos, un grupo de delincuentes engañó a una mujer, residenciada en el sector San Jacinto de Maracay, estado Aragua. El 18 de junio de 2020, la víctima se trasladó hasta Ocumare del Tuy a negociar un vehículo. Sin conocer esta ciudad acudió al sector San Basilio, donde fue abordada por tres individuos. Al percatarse de que se trataba de una trampa, intentó escapar, pero fue baleada. En medio del incidente, los delincuentes huyeron en el auto de la mujer, con su hijo de cinco años de edad, a bordo.
Engañan con fotografías
En Ocumare del Tuy, la policía ha identificado a cuatro organizaciones dedicadas a este delito, informó un funcionario policial que pidió mantener su nombre en reserva. Estas bandas actúan bajo las órdenes de alias “el Oreja” en el urbanismo Ciudad Betania II; “Cachete” en los sectores Colonia Mendoza-La Trilla; “el Bemba” en Araguita y “Carlos Capa” en Rangel.
“Se presentó el caso de un comprador que llegó al sitio donde fue citado por los delincuentes y para convencerlo de que debía movilizarse a otro lugar, el supuesto vendedor le envió una fotografía, postrado en una cama, donde incluso se le veían clavos en sus piernas para simular que había tenido un accidente de tránsito, pero esa gráfica no era de esta persona”, reveló el funcionario.
La fuente indicó, además, que quienes se encargan de hablar con los clientes son educados, tienen buena dicción y poder de convencimiento. “Los compradores deben usar el sentido común. Si están ofreciendo un carro por debajo del costo en el mercado, deben tener malicia y pensar que es una estafa. En una oportunidad vino un ciudadano desde el estado Lara a comprar una camioneta en el sector Rangel, en 7.000 dólares, pero nada más los cauchos que se veían en el vídeo que le enviaron costaban ese precio”, explicó.
Delincuentes tratan de burlar alcabala
Al menos una persona cada dos días viaja a Ocumare del Tuy a negociar un carro. Las estadísticas de víctimas llevaron a los funcionarios de la subdelegación de Ocumare, adscritos al Eje de Vehículos y al Bloque de Búsqueda, a instalar una alcabala frente al urbanismo Ciudad Betania I para tratar de alertar a la ciudadanía. El punto de control funciona desde el pasado mes de abril, de 9:00 am a 4:00 pm. Según las estadísticas oficiales, al menos 70 compradores han sido advertidos a tiempo.
Arturo -nombre ficticio para resguardar la integridad del declarante- estuvo a punto de caer en manos de la banda que opera en Ciudad Betania II, pero los uniformados del Cicpc lo detuvieron a tiempo en la alcabala. Otros no han corrido con la misma suerte y sus familiares han tenido que pagar una importante suma en dólares para su liberación.
“Una vez que los delincuentes someten a las víctimas, comienzan las negociaciones con sus parientes, vía telefónica. Muchas de estas llamadas, según hemos detectado, se hacen desde cárceles del país”, dijo la fuente y agregó que en el mes de julio lograron advertirle a tiempo a un ciudadano, procedente del estado Táchira, que fue a Ocumare del Tuy a ver un camión NPR.
Ante la presencia de los funcionarios en esta alcabala, los delincuentes ahora optan por citar a los compradores antes de las 9:00 am o en San Francisco de Yare, una ciudad ubicada 10 minutos de Ocumare del Tuy. También les recomiendan que utilicen la vía La Raisa-Santa Teresa-Yare, de tal manera que no pasen por el punto de control del Cicpc.
“No negocies con tu vida”
El sábado 28 de agosto, el Cicpc emprendió una campaña en todo el país con el eslogan “No negocies con tu vida. Piénsalo antes de cada clic”, para frenar los delitos cometidos a través de las redes sociales, en especial la plataforma MarketPlace de Facebook. “No caigas en ofertas engañosas, si es barato no compres. Es una estafa”, fue una de las advertencias del Cicpc.
El 9 de septiembre, el Cicpc puso a la orden sus oficinas en todo el país para que los ciudadanos puedan recibir o entregar productos comprados o vendidos a través de Marketplace, informó el director nacional del organismo, comisario Douglas Rico a través de sus redes sociales.
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El problema es también que muchas personas ya no creen en las autoridades porque se saben que hay extorsionadores dentro de sus cuerpos
ResponderBorrarMuchas llamadas son con teléfonos desde cárceles. Y eso no Qué se había acabado? Acaso sigue la misma dejadez de antes y siguen los presos desde las cárceles jo duende. Que incompetencia de las autoridades en no poder controlar a los presos. Deben dejar sus puestos por incompetentes, ineficaces e ineficientes.
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