Al menos 31.643 personas han fallecido y otras 80.000 han
resultado heridas en los terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 que el pasado lunes
devastaron el sureste de Turquía, y que han dejado también un mínimo de 3.575
muertos en Siria.
Los nuevos
datos, facilitados por la agencia turca de emergencias, Afad, llegan cuando aún
este lunes se están localizado a víctimas con vida entre los escombros de los
miles de edificios que se derrumbaron en las diez provincias más afectadas por
el sismo.
Esta mañana se ha rescatado con vida a varias
personas.
Una mujer de 40 años de edad ha podido ser
localizada con vida después de 170 horas atrapada entre los restos de una
vivienda en la ciudad de Gaziantep, mientras que en Antakya, un hombre fue
encontrado con vida.
Ante esos rescates, algunos expertos han pedido
que se tenga cuidado con las labores de desescombro, tanto por la posibilidad
de que haya supervivientes como para no dañar los cadáveres de las víctimas.
Ahmet Ovgun Ercan, un prestigioso geofísico de
la Universidad Técnica de Estambul ha estimado en la red social Twitter que
puede haber aún 155.000 cadáveres entre los escombros.
En Siria, tanto el Gobierno como la
organización de rescatistas cascos blancos, han dejado de actualizar sus
balances de víctimas asiduamente.
Otras fuentes citan cifras más elevadas, como
el denominado Gobierno de Salvación, de la alianza islamista Organismo de
Liberación del Levante, que controla buena parte de la provincia noroccidental
siria de Idlib, el último bastión opositor de Siria, y que asegura que en solo
en sus zonas se han registrado más víctimas de las que los cascos blancos
reportan para todas las áreas rebeldes.
El incumplimiento de las normativas de
construcción y las sucesivas amnistías dadas por el Gobierno a edificios levantados
sin licencia explican el enorme número de víctimas mortales, según denuncia el
Colegio de Arquitectos de Turquía.
«La razón principal de esta enorme tragedia es
el permiso concedido a edificios construidos sin respetar la normativa de
construcción», denunció hoy a EFE Emin Koramaz, presidente de la Unión de
Cámaras de Arquitectos e Ingenieros de Turquía (TMMOB).
Koramaz asegura que durante los 20 años que
lleva en el Gobierno el AKP, el partido del presidente Recep Tayyip Erdogan, se
han producido ocho grandes legalizaciones de edificios «inseguros, podridos e
ilegales» y que habían sido construidos y habitados sin las correspondientes
licencias
Varios medios turcos recuerdan hoy que durante
la campaña para las elecciones presidenciales de 2018, Erdogan recorrió las
zonas más afectadas por los seísmos de magnitud 7,7 y 7,6 del lunes pasado
anunciando que se habían resuelto los problemas de viviendas de cientos de
miles de ciudadanos gracias a lo que llamó «paz de construcción».
«Hemos resuelto el problema de 205.000
ciudadanos de Hatay con la paz de construcción. «Estamos resolviendo un
problema muy importante de nuestros ciudadanos en Gaziantep, como en el resto
de nuestro país, con la paz de reconstrucción», anunció durante la campaña de
2018 el presidente, que el próximo 14 de mayo aspira a la reelección.
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