Poco a poco se vislumbran detalles del caso de Balmiro León, conocido
como “El Guajiro”, quien el pasado sábado, bajo los efectos del alcohol,
y se presume que de sustancias psicotrópicas, violó y asesinó a golpes a
su pequeña hijastra de siete meses, Ana Isabela Sulbarán Jiménez.
Javier Atencio Montiel, de 22 años.
Poco a poco se vislumbran detalles del caso de Balmiro León, conocido como “El Guajiro”,
quien el pasado sábado, bajo los efectos del alcohol, y se presume que
de sustancias psicotrópicas, violó y asesinó a golpes a su pequeña
hijastra de siete meses, Ana Isabela Sulbarán Jiménez.
Javier Atencio Montiel, de 22 años, y bautizado como el monstruo de Balmiro León, aprovechó un descuido para satisfacer sus instintos carnales con la bebé que estaba criando junto a Emily Sulbarán, la madre de la pequeña. Este
hecho ocurrió en una humilde vivienda de la calle 33 A del barrio
Balmiro León, parroquia Idelfonso Vásquez de Maracaibo, cuando el
degenerado aprovechó la ausencia Emily, para golpear y abusar de la
pequeña.
La tarde de este lunes, desde la calle 185 con avenida 49B del barrio
24 de Julio, sector El Silencio, en la parroquia Domitila Flores, en el
municipio San Francisco, los familiares maternos de la pequeña Ana
Isabela, relataron parte de lo acontecido.
María Sulbarán, hermana mayor de Emily, detalló que la versión que
manejan es la misma que dio la madre de la bebé. “Ella dice que salió a
la casa de nuestro padrastro a
buscar un dinero para comprarle pañales a la niña. Cuando regresó
encontró a la niña arropada con un paño boca arriba en la cama y creyó
que dormida. Al rato salió a la esquina, a celebrar el día
de la Virgen del Carmen. Como a las 10.00 de la noche le avisaron y le
dijeron que Isabela estaba muerta. Salió corriendo a la casa y se la
llevó al Hospital Universitario de Maracaibo”, contó Mayi, como es conocida en el entorno familiar.
De igual manera señaló que no conocían a ese sujeto, pues nunca fue
aprobado por la familia, y que tenían problemas con él, pues era muy
violento.
La golpeó varias veces
“El Guajiro” fue señalado como un hombre de “malas pulgas” que le
gustaba pegarles a Emily y a sus hijos. No era la primera vez que
maltrataba a la pequeña Ana Isabela o a alguno de los otros tres hijos
de Emily.
“Hace 23 días ese hombre le
dio una paliza a la bebé porque estaba llorando. Fue tanto así que le
fracturó el fémur, y eso lo sabía Emily. Ella se lo perdonó porque la
amenazó. A mí también me llamó y me dijo que si tenía guaramos que nos
matáramos en La Guajira, porque dije que lo iba a denunciar, pero no lo
hice porque Emily me lo suplicó, pero miren lo que pasó”, relató
afligida la hermana mayor de Emily.
Sin embargo la pequeña Ana Isabela no fue la única maltratada. Los
otros dos hijos de Emily, un varón de cinco años y una niña de 4,
también fueron víctimas de este sujeto, que actualmente es buscado por
las autoridades.
Al pequeño de cinco años le dejó una marca de una hebilla de correa en la espalda, y a la niña le hizo un pelón en la cabeza y la golpeó en el estómago porque se orinó en la cama.
Fue por eso que Mayi no dejó que Emily se los llevara nuevamente a la
casa donde convivía con este sujeto. Los niños desde pequeño residen en
la casa maternal de Emily bajo el cuidado de su hermana y su madre.
Fueron detenidas
Esta misma tarde funcionarios adscritos al Eje de Homicidios del
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc)
detuvieron a Emily Sulbarán, la madre de la pequeña, a las afueras de
la morgue, hasta determinar su posible participación en este hecho.
De igual manera se supo que Ingrid Montiel, la madre del “Guajiro”, y
una hermana de éste, de 19 años, también fueron detenidas, pues al
parecer tienen complicidad directa en el hecho.
Mayi destacó que Emily dejó a la niña al cuidado de la hermana del
responsable de este hecho, una joven de 19 años, pero que él le dijo que
cuidaría de la bebé y que la bañaría.
Tras investigaciones desplegadas en el caso, se supo que la pequeña
presentó varios hematomas en el cuerpo, algunos de data anterior, así
como fractura de fémur derecho y signos de abuso sexual.
Desde entonces “El Guajiro” está perdido y no se sabe nada de él. Al
momento de irse le dijo a sus hermanas que no despertaran a la niña, que
él la había bañado y le había dado comida. La arropó con un paño y la
acostó en la cama.
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