Italia, el país más afectados por el Covid-19 después de China; teniendo en cuenta que las cifras en Italia son mayores que la del país asiático, solo que en Wuhan fue donde se originó, un experimento que cambió la vida de un pueblo italiano ha salido a la luz.
El 23 de febrero en el pueblo al norte de Italia, Vo´ Euganeo , expertos instalaron en la escuela del pueblo un centro de análisis con el fin de realizar pruebas para la detección del Covid-19 a todos los habitantes de esa localidad que quisieran infectarse voluntariamente.
En los primeros seis días casi todas los habitantes de esa región se sometieron al test con un kit elaborado por la Escuela de Medicina de la Universidad de Padua, que dirige el profesor Stefano Merigliano.
Con los análisis realizados se pudo detectar el virus en 89 personas, las cuales fueron aisladas por los próximos 14 días, con orden de las autoridades.
Realmente llamó la atención fue que entre el 50% y 60% de los contaminados estaban asintomáticos.
Realmente llamó la atención fue que entre el 50% y 60% de los contaminados estaban asintomáticos.
«Eso es algo que no había ocurrido en ninguna de las epidemias del último siglo», explicó a BBC Mundo el profesor Merigliano.
«Tener este porcentaje de asintomáticos es peligrosísimo», añade el profesor Andrea Crisanti, profesor de Epidemiología y Virología en el Hospital de la Universidad de Padua y del Imperial College de Londres, «porque esas personas siguen su vida habitual y contagian a un número muy elevado de personas»
Por esta razón Merigliano y Crisanti, le plantearon A Luca Zaia, gobernador de Véneto, transformar Vo’ Euganeo en «un laboratorio experimental único en el mundo».
«Teníamos unas condiciones irrepetibles para entender cómo se comporta este virus», ilustra Merigliano. «Había una muestra consistente de personas aisladas. Conocíamos su estado de salud y podíamos controlar sus movimientos y con quién se relacionaban. ¡Era perfecto!» .
Con la aprobación de las autoridades, el 6 de marzo después de 12 días de la realización de los primeros exámenes, un equipo de la Universidad de Padua, volvía a vigilar a los habitantes de Vo´Euganeo,y en toda Italia aumentaban los casos de contagios por el coronavirus, con un total de 4.636 casos y 197 víctimas fatales.
En esta fase de detección se pudieron percatar de ocho casos de los cuales seis estaban relacionados con los primeros casos que habían detectado y de inmediato fueron sometidos a aislamiento.
«Antes había solo estimaciones», afirma Crisanti, «mientras que nosotros demostramos científicamente dos cuestiones fundamentales: que el periodo de incubación del virus es de dos semanas y que cualquier estrategia de contención de esta pandemia tiene que tener en cuenta el elevado número de positivos asintomáticos».
Para entender el enfoque del experimento, Crisanti compara el caso de Vo’ Euganeo con el del crucero Diamond Princess, que quedó retenido durante dos semanas en un puerto de Japón cuando se detectó a bordo un caso de coronavirus.
«A bordo había unas 3.000 personas entre pasajeros y tripulación», comenta Crisanti, «un número parecido al de la población de Vo’ Euganeo. Pero decidieron realizar los exámenes solo a los que iban presentando los síntomas».
«Después de dos semanas de cuarentena», concluye Crisanti, «se reportaron unos 542 casos positivos».
Después de dos semanas del aislamiento y de la muerte del señor Adriano, se quitó el aislamiento y la vida de los habitantes del pueblo comenzó a normalizarse y, a partir del 14 de marzo no se registraron nuevos casos.
Pero el 20 de marzo se registró un nuevo brote en la pandemia.
«Era de esperar», comenta Crisanti. «¿Con qué parámetros se decide levantar la cuarentena?», se pregunta este epidemiólogo. «Si levantas la cuarentena basándote solo en la disminución del número de enfermos, estás dejando fuera también a todos los asintomáticos, y eso quiere decir que la epidemia puede volver».
Este experimento costó unos US$160.000 y fue financiado por la administradora regional, este estudio no es repicable en ciudades más grandes sin embargo Crisanti, asegura que si es posible detener el virus a nivel de barrio identificando en donde se produce el brote y aislando a los posibles contagiados.
En la localidad de Véneto, lanzó una campaña paralela dirigida por Crisanti, para examinar a las personas que trabajan en los sectores priorizados, como seguridad, salud, alimentación y transporte.
El objetivo, según las autoridades regionales, es realizar 13.000 exámenes diarios antes de que acabe esta semana.
Más de 4.000 personas en Italia murieron desde que el señor Adriano falleciese en el hospital de Padua.
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