La llegada de los pasajeros contó con fuertes medidas de bioseguridad y es que si bien la ciudad del centro de China está abierta a vuelos nacionales desde el mes de abril, la llegada de pasajeros internacionales marca una ocasión importante.
El director de la Oficina Municipal de la Aviación Civil en ese país Li Yizhuo, indicó que los pasajeros que arriben a la ciudad deben presentar una prueba negativa al coronavirus de menos de 72 horas de fecha, medida que permite la apertura paulatina y total de los aeropuertos de la nación asiática encaminada hacia la nueva normalidad y así su conectividad con el mundo.
El Gobierno chino hizo esfuerzos notables luego de reportar el primer caso positivo a la COVID-19 en diciembre del 2019, entre ellos aislar a más de 11 millones de personas que viven en Wuhan para frenar la propagación interna y hacia otros países.
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