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martes, 22 de diciembre de 2020

Educación sexual: Consejos para estimular el ano durante el acto sexual

 

Estimular el ano es el primer paso para que las personas comiencen a perder el miedo a determinadas prácticas sexuales y dejen de verlas como algo inmoral para sentirlas como un acto de plena felicidad, libres de dolor

La inclusión de ciertas partes del cuerpo en la intimidad todavía siguen ocupando los primeros lugares dentro de los tabúes sexuales, como estimular el ano. Aún así, hay quienes se animan a traspasar las barreras del pensamiento, la timidez y otras cuestiones, y lanzan a la aventura de disfrutar de ciertos placeres.

Estimular el ano es una forma de disfrutar de la pasión en pareja. Una forma de conocerse mejor, divertirse y vivir el sexo fuera de la rutina, afirman muchos. ¿Alguna vez lo has hecho? ¿Sabes cómo hacerlo correctamente? Descúbrelo a continuación.

Consejos para estimular el ano

El miedo y las cuestiones morales son malas compañeras en el sexo. Por esto mismo, hay que intentar dejarlos atrás y animarse a explorar (siempre previo acuerdo mutuo) para ganar más que aquello que la rutina pueda brindar.

Informarse bien, buscar las opciones para practicar sexo saludable y brindarle una caricia distinta a la pareja pueden traer buenos resultados.

El ano es una zona llena de terminaciones nerviosas, que además de ser muy sensible al tacto, puede despertar sensaciones tanto en el hombre como en la mujer.

De hecho, se sabe que excita en demasía a los hombres. Aún así, con frecuencia las mujeres, en ocasiones, se resisten a incluir en el acto sexual porque no están acostumbradas a darles placer de esta manera. Sin embargo, cumplir con ciertas fantasías de la pareja y conocer una nueva postura puede suponer una experiencia placentera, capaz de acercar a ambos y encender, aún más, la llama de la pasión.

La lubricación no puede faltar


Para tener sexo anal o simplemente estimular esta zona en la pareja con los dedos, lo ideal es hacerlo con lubricantes especiales para ello. Esto es necesario porque la lubricación natural de la zona es muy inferior a la que posee la vagina, por ejemplo.


Se deben hacer suaves caricias en la zona, sin apuros ni movimientos bruscos. Hay que recordar que se trata de un músculo que no tiene como hábito recibir sino más bien expulsar. Entonces, hay que ser cuidadosos para tener los mejores resultados sin provocar dolor.

Estar relajado es fundamental


Que ambos estén relajados durante el sexo anal es determinante para disfrutar sin interrupciones. La confianza en la pareja es la que permite que fluya el deseo y hacer que poco a poco se entreguen. Lo aconsejable es hacerlo tranquilamente, tomarse el tiempo necesario para los juegos previos antes de buscar la penetración.


Los besos y caricias en diferentes zonas erógenas del cuerpo deben ir de la mano al estimular el ano para lograr mayor excitación. Sin estar totalmente convencidos y deseosos será más complicado.


Es un proceso más lento que las relaciones sexuales convencionales, pero con resultados muy satisfactorios.


Evitar ser tan directo


Ir directamente al ano no es la manera indicada para generar un clima adecuado. Lo ideal, es iniciar el encuentro de manera habitual y, a medida que sube la temperatura, sumar las acciones para estimular el ano.


Asimismo, durante el proceso, no abandonar el clítoris de manera que la concentración no se desvíe y aparezcan los miedos.

Besos íntimos e higiene


Dar besos húmedos en la pelvis, la vagina, el ano y la entrepierna favorece la lubricación natural. La dilatación y el deseo sexual aumentan hasta niveles en que van a pedir que se lo hagas.


Es oportuno tener presente las medidas de higiene para que todos pasen un momento agradable. Incluso, pueden compartir una ducha y enjabonarse mutuamente para sumar sensualidad. Con diferentes objetos (como esponjas y jabones) se realizan juegos en la zona que también suman éxtasis.


Más lubricante


Cuando sienten que ya están listos para iniciar el coito es conveniente volver a pasar lubricante por el ano y agregar también en el pene.


Penetrar con baja intensidad al inicio para que se adapte y no se contraiga. Durante los primeros movimientos, besar el cuello, dar pequeños mordiscos en la espalda y aumentar poco a poco la presión.

La fricción se hace cada vez más suave y logran mayor profundidad con el paso de los minutos. El ritmo lo manejan de acuerdo a lo que conversen en ese instante. Lo importante es que hablen si algo no está saliendo bien y no tengan vergüenza de expresar lo bien que lo pasan.


Pueden alternar entre diferentes posturas sexuales para practicar el sexo anal y descubrir cuál les resulta más cómoda. Asimismo, es muy erótico intercambiar entre un tipo de sexo y otro en el transcurso del acto sexual.


Para los más atrevidos existen juguetes sexuales específicos para estimular el ano que pueden usar juntos. Hay quienes complementan un trío sexual con la utilización de estos elementos. Mientras se penetra por vagina se estimula con ellos el ano, o viceversa.


En definitiva, una buena comunicación es clave para que la pareja sepa qué se desea, qué se necesita y qué espera; así ambos podrán encontrar una forma mejor de disfrutar juntos del sexo.






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