Estos esfuerzos representan una esperanza para muchos pacientes en medio de un aumento notorio en la incidencia de varios tipos de cáncer en todo el mundo.
Científicos del Instituto Butantan, el principal productor de inmunobiológicos de Brasil, avanzan en la búsqueda de una cura para el cáncer a partir del veneno de una araña. Pedro Ismael da Silva Junior, uno de los coordinadores de este proyecto, explica que descubrieron que una poliamida presente en esa sustancia es capaz de combatir células tumorales.
En concreto, se trata del veneno de la araña cangrejo ('Vitalius wacketi'), muy común en el litoral del estado de Sao Paulo, el cual, luego de pruebas en laboratorio ha demostrado su eficacia contra la leucemia, un tipo de cáncer de sangre que lleva a un aumento incontrolable de la cantidad de glóbulos blancos.
Estos esfuerzos representan una esperanza para pacientes como Betina Nogueira, una brasileña que fue diagnosticada con leucemia hace un año. Al mismo tiempo, el hematólogo Wellington Fernandes da Silva, que trata a Betina, asegura que en la actualidad se registra un aumento notorio en la incidencia de varios tipos de cáncer en todo el mundo. Según datos de la ONU, los casos de la enfermedad pueden aumentar un 77 % para el 2050.
A pesar de los resultados prometedores del nuevo compuesto químico, los científicos se enfrentan con la falta de financiamiento para avanzar con la producción de la medicina. Al respecto, Da Silva Junior señala que la mayor dificultad que han tenido es "encontrar un socio" que quiera desarrollar la potencial cura. Si bien se trata de una posibilidad de detener la peligrosa tendencia hacia la que avanza el cáncer y salvar vidas, el biólogo piensa que la "raíz" de esta dificultad podría estar relacionada con los beneficios económicos.
"Si piensas en términos empresariales, ¿Es mejor curar una enfermedad o tener medicamentos que se puedan utilizar siempre?", plantea.
Entre la ambición de la industria farmacéutica y los pronósticos negativos de organismos internacionales, Betina se aferra a la posibilidad de cura. "La dedicación de algunas personas a descubrir nuevos tratamientos es un soplo de esperanza. Aunque hoy en día algunos a veces no logren curarse, nuestro objetivo sigue siendo encontrar una cura. Con el tiempo, dentro de 15, 20 o incluso 50 años, otras personas que padezcan la misma enfermedad podrán salvarse y curarse", cree Betina.
"Si piensas en términos empresariales, ¿Es mejor curar una enfermedad o tener medicamentos que se puedan utilizar siempre?", plantea.
Entre la ambición de la industria farmacéutica y los pronósticos negativos de organismos internacionales, Betina se aferra a la posibilidad de cura. "La dedicación de algunas personas a descubrir nuevos tratamientos es un soplo de esperanza. Aunque hoy en día algunos a veces no logren curarse, nuestro objetivo sigue siendo encontrar una cura. Con el tiempo, dentro de 15, 20 o incluso 50 años, otras personas que padezcan la misma enfermedad podrán salvarse y curarse", cree Betina.
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