El Ministerio de Defensa de Rusia ha comunicado este jueves que, a lo largo de las últimas 24 horas, los sistemas de defensa aérea rusos derribaron dos misiles de crucero Storm Shadow de fabricación británica. Además, militares rusos en el mismo período de tiempo lograron derribar seis misiles HIMARS de fabricación estadounidense y 67 vehículos aéreos no tripulados tipo avión.
Anteriormente este miércoles, Bloomberg informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania dispararon por primera vez misiles de crucero británicos Storm Shadow contra «objetivos militares» en territorio ruso internacionalmente reconocido. El mismo día, la BBC comunicó que «los misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido se han utilizado por primera vez contra objetivos dentro de Rusia».
El ataque se produce poco después de que se reportara que la Administración del presidente estadounidense, Joe Biden, había autorizado a Kiev usar misiles de largo alcance Storm Shadow para atacar el interior del territorio ruso internacionalmente reconocido.
En este sentido, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a periodistas que la luz verde que dio Washington a Londres para que permita a Kiev usar este tipo de misiles en ataques contra el interior del territorio ruso es una posición «irresponsable» de la Administración saliente de EE.UU., que «echa más leña al fuego al conflicto ucraniano, impidiendo por todos los medios al menos alguna dinámica que conduzca a su finalización y utilizando al mismo tiempo a Ucrania como un instrumento en sus manos en su guerra contra la Federación Rusa».
Ataque con ATACMS
La madrugada de este 19 de noviembre, las FF. AA. de Ucrania efectuaron un ataque con misiles balísticos de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense contra una instalación militar en la provincia rusa de Briansk. Cinco de estos proyectiles fueron derribados con el uso del sistema antiaéreo ruso S-400 y el sistema de misiles y armas de artillería antiaéreo Pantsir, mientras el sexto fue dañado. Como resultado de ese ataque ucraniano, no hubo víctimas ni daños materiales, había detallado la cartera de Defensa rusa.
En este contexto, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, afirmó este martes que el ataque ucraniano con los misiles balísticos ATACMS contra la provincia rusa de Briansk indica que «Occidente quiere una escalada». Asimismo, el canciller ruso destacó que si EE.UU. aprueba el alcance de 300 kilómetros, el que tienen ATACMS, estos ataques no podrían llevarse a cabo sin la ayuda de Washington, si bien recordó que «ni siquiera fue una aprobación», sino «un anuncio».
¿Cómo son los Storm Shadow?
El Storm Shadow, desarrollado conjuntamente por Londres y París, es un misil de crucero sigiloso de clase aire-tierra con un alcance de más de 250 kilómetros, aunque, como en el caso de los ATACMS, dicha prestación también depende de cada versión. Su nombre se corresponde a la denominación británica, mientras que en francés es conocido como ‘SCALP-EG’ (por sus siglas en francés para Misil de Crucero de Largo Alcance de Uso General). El misil, que se lanza desde el aire, dispone de una ojiva BROACH de 450 kilogramos y es capaz de alcanzar una velocidad de casi 1.000 km/h.
Una vez lanzado, su vuelo es guiado por una combinación de GPS, INS y cartografía del terreno para alcanzar la zona designada (puntos fortificados, centros de mando y otros blancos).
El régimen de Kiev lanza sus ataques con Storm Shadow y SCALP valiéndose de los bombarderos de era soviética Su-24, cuyo arsenal es limitado. El Ministerio de Defensa de Rusia reportó en varias ocasiones la destrucción de dichas aeronaves por parte del Ejército ruso desde el inicio del conflicto en febrero de 2022.
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