La capa de hielo de la Antártida se está derritiendo a un ritmo cada vez mayor. Un equipo de científicos alertó que anualmente se están vertiendo más de 200.000 millones de toneladas de hielo en el océano, lo que está provocando el incremento de los niveles del mar a medio milímetro cada año.
De este desprendimiento 40% ocurrió en los últimos cinco años, es decir, el ritmo de achicamiento de la capa de hielo del continente se triplicó en ese periodo, indicaron los autores de la investigación, un consorcio internacional de 84 científicos, en la revista Nature.
El estudio concluyó que la tasa de derretimiento se ha triplicado en la última década. Si la aceleración continúa a este ritmo, algunos de los peores temores de los científicos sobre el aumento del nivel de los océanos podrían hacerse realidad, dejando a las ciudades y a las comunidades más bajas con menos tiempo de lo creen para prepararse.
El resultado también refuerza que las naciones tienen, tal vez, no más de una década para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar algunas de las peores consecuencias del cambio climático.
La Antártida, la capa de hielo más grande del planeta, perdió 219.000 millones de toneladas de hielo anualmente, entre 2012 y 2017, aproximadamente el triple de la tasa de derretimiento de 73.000 millones de toneladas de hace una década. Desde 1992 hasta 1997, la Antártida perdió 49.000 millones de toneladas de hielo al año.
El estudio es producto de un gran grupo de expertos antárticos que, colectivamente, revisaron 24 mediciones recientes de la pérdida de hielo en ese lugar, reconciliando sus diferencias para producir las cifras más certeras sobre los cambios en la Antártida. Sus resultados, conocidos formalmente como Ejercicio intercomparativo del balance de masa de la capa de hielo (IMBE por sus siglas en inglés), se publicaron hoy en la revista Nature.
“Tomamos todas las estimaciones y las diferentes técnicas, y obtuvimos este consenso”, apuntó Isabella Velicogna, experta antártica de la Universidad de California en Irvine y una de los tantos autores procedentes de 14 países diferentes. El autor principal fue Andrew Shepherd de la Universidad de Leeds, en el Reino Unido.
“El registro detallado muestra una aceleración, comenzando alrededor de 2002”, señaló a través de un correo electrónico Beata Csatho, una de las responsables de la investigación y glacióloga de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo.
Csatho, al comparar el primer y el último período de cinco años en el registro, se dio cuenta de que las cifras revelaban una aceleración incluso más pronunciada. “En realidad, si se compara 1997-2002 con 2012-2017, ¡el aumento es aún mayor!”, agregó.
Para el período total desde 1992 hasta el presente, la capa de hielo ha perdido casi 3 billones de toneladas de hielo, lo que equivale a poco menos de 8 milímetros de aumento del nivel del mar. El 40 por ciento de esa pérdida ha ocurrido solo en los últimos 5 años, lo que vuelve a poner de manifiesto el aumento de las pérdidas recientemente.
Mirando más de cerca, los rápidos y recientes cambios son, casi en su totalidad, impulsados por la capa de hielo de la Antártida Occidental, que los científicos han visto durante mucho tiempo como un talón de Aquiles. Se sabe que está perdiendo rápidamente porque las aguas cálidas del océano lo derriten desde abajo, un proceso que hace que sus glaciares más grandes se vuelvan inestables.
La Antártida Occidental perdió 159.000 millones de toneladas de hielo al año desde 2012 hasta 2017, en comparación con las 65.000 toneladas entre el período comprendido entre 2002 y 2007.
El crecimiento es atribuible, en gran parte, a solo dos enormes glaciares: Pine Island y Thwaites. Este último se considera que podría jugar un papel como puerta de entrada a un océano convirtiendo la capa de hielo marino en un nuevo mar.
Pine Island está perdiendo alrededor de 45.000 millones de toneladas al año, y Thwaites unos 50.000 millones. Ambos números son más altos que las pérdidas anuales de cualquier otro glaciar en cualquier parte del mundo.
“La cada vez mayor pérdida de masa que están encontrando es realmente preocupante, especialmente cuando miramos la Antártida Occidental, el área que está cambiando más rápidamente y que está por debajo del nivel mar”, apuntó Christine Dow, una glacióloga de la Universidad de Waterloo en Canadá que no participó en la investigación.
“Si comienzas a eliminar masa de allí puedes tener una evacuación a gran escala de hielo en el océano y un aumento significativo del nivel de mar”, prosiguió.
Un aumento adicional en las pérdidas de hielo provino de los glaciares más pequeños de la Península Antártica, que también se están derritiendo rápidamente pero que son menos potenciales al aumento del nivel del mar.
Finalmente, la mayor parte del continente, en la Antártida Oriental, se ha mantenido más estable y no ha aportado mucho hielo al océano durante el período de estudio, según la evaluación. Sin embargo, en los últimos cinco años, también ha comenzado a perder hielo, tal vez hasta 28.000 millones de toneladas por año, aunque la incertidumbre en torno a este número sigue siendo alta.
Lo que está ocurriendo en la Antártida Oriental es extremadamente importante porque tiene la mayor cantidad de hielo que se puede ofrecer, y es capaz de elevar los niveles del mar más allá de los 30 metros.
Anteriormente, los científicos han expresado sus temores sobre un escenario en el que la pérdida de hielo de la Antártida puede alcanzar una tasa de crecimiento muy alta.
En un controvertido estudio de 2016, el ex científico de la NASA James Hansen y un equipo personas (incluyendo a Velicogna) descubrieron que la Tierra podría ver un aumento del nivel del mar de más de 1 metro en 50 años si la pérdida de la capa polar se duplica cada diez años. Una triplicación cada década alcanzaría ese volumen de aumento del nivel mar incluso antes.
De acuerdo, no hay pruebas de que la tasa actual de cambio en la Antártida continuará. Los científicos no pueden ver el futuro, pero temen que pueda continuar o, incluso, empeorar esta situación .
“No sé si se triplicará exactamente, pero creo que tiene un gran potencial para seguir aumentando significativamente“, apuntó ella.
En cualquier caso, los cambios no serán estables, según Knut Christianson, un estudioso de la Universidad de Washington en Seattle. “No necesariamente veremos una retirada rápida”, apuntó al tiempo que señalaba que, a medida que los glaciares como Pine Island retroceden pueden ralentizar su movimiento. Entonces, deberíamos esperar “períodos de estabilidad intercalados con una rápida retirada”, agregó.
Con altas emisiones de gases de efecto invernadero, las proyecciones del peor caso de aumento del nivel del mar, eventualmente, alcanzan más de un centímetro cada año, de acuerdo a Rob DeContro, un experto antártico de la Universidad de Massachusetts, que no participó en el estudio actual.
Todavía no estamos cerca de ese punto.
“Aún estamos hablando de aproximadamente medio milímetro por año”, remarcó DeContro. “Eso no va a sonar terriblemente inmanejable”, apostilló.
Él explica que si la pérdida masiva de la Antártida sigue empeorando depende de las decisiones que se tomen hoy.
La continuación de las altas emisiones podría generar un aumento masivo del nivel del mar y un estricto cumplimiento del acuerdo climático de París, si bien no puede evitar que los cambios sucedan ahora, podría ayudar a controlar cuánto empeoran.
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