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martes, 15 de diciembre de 2020

Científicos descubren nueva especie de ballena en las costas de México

 

Científicos están seguros de haber encontrado una especie de ballena previamente desconocida: un mamífero de “una tonelada” del tamaño de un caballo y que puede haber estado en el planeta desde hace tanto tiempo como los humanos. Tres especímenes de la especie aún sin nombre, un tipo de ballena picuda, fueron vistos en aguas cercanas a las islas San Benito frente a la costa de México.

Especialistas estadounidenses tomaron fotos y videos de los animales y desplegaron un micrófono submarino especializado para registrar las señales acústicas emitidas por las ballenas, conocidas como señales de ecolocalización. Las ballenas utilizan la ecolocalización, es decir, detectan objetos a partir de las ondas sonoras reflejadas que emiten, para cazar y navegar.

Señales de ecolocalización desconocidas

Después de estudiar las fotografías submarinas, los expertos notaron que los colmillos de los animales están en un lugar completamente diferente al de cualquier otra ballena picuda, mientras que sus señales distintivas de ecolocalización también se desconocían anteriormente. Los científicos están “muy seguros” de que la evidencia fotográfica y acústica revela la presencia de una especie de ballena completamente nueva.

Las tres ballenas fueron vistas en aguas a 160 km al norte de las islas San Benito, un grupo de tres islas remotas ubicadas aproximadamente a más de 400 km de la frontera con Estados Unidos. “Vimos algo nuevo, algo que no se esperaba en esta área, algo que no coincide, ni visual ni acústicamente, con todo lo que se sabe que existe ”,dijo el Dr. Jay Barlow del Instituto Scripps de Oceanografía en San Diego, quien dirigió la expedición.

El muestreo genético ambiental, realizado en el momento del avistamiento, se encuentra en análisis y se espera que corrobore definitivamente la existencia de esta nueva especie. “La gente descubre nuevas especies de escarabajos prácticamente todos los años, pero aquí estamos hablando de un mamífero que tiene el peso de un caballo enorme”, dijo el Dr. Barlow al programa Today de BBC Radio 4.

Tan antiguas como la humanidad pero desconocidas

“Es un animal de una tonelada que coexistió en este planeta con nosotros durante el tiempo que llevamos aquí y, sin embargo, nadie lo ha clasificado, nadie lo ha reconocido como algo diferente” Las ballenas picudas, como todos los cetáceos, emiten distintas señales acústicas de ecolocalización bajo el agua.

Estos sonidos son únicos para cada especie y pueden identificar de manera confiable los tipos de ballenas picudas presentes en el área. El descubrimiento fue por casualidad, ya que los científicos habían estado investigando otra especie ya conocida por la ciencia. En 2018, el equipo registró una señal acústica desconocida en las aguas al norte de las islas San Benito.

La señal, conocida como BW43, había sido detectada frente a la costa de California, y los científicos creyeron que podría ser el sonido de una especie llamada ballena picuda de Perrin (Mesoplodon perrini), que es conocida por la ciencia pero que nunca antes se había visto en la naturaleza.

Buscando una especie encontraron otra

Se desconoce el tamaño de la población y el rango geográfico de la ballena picuda de Perrin, que es una de las 23 especies conocidas de ballenas picudas que se encuentran en los océanos de todo el mundo. Así que en la mañana del 17 de noviembre de este año, la expedición a bordo del barco de Sea Shepherd, Martin Sheen, partió para identificar la señal BW43 con el zifio de Perrin.

El equipo utilizó micrófonos submarinos llamados ‘hidrófonos’ para registrar la ecolocalización. Lo que observaron, en cambio, fueron las tres ballenas picudas desconocidas que emergían en las aguas de las islas San Benito de México. Fueron identificados como zifios por su tamaño moderado, su distintivo ‘pico’ como el de un delfín y el hecho de que emergieron muy cerca del bote.

Pero los tres especímenes no eran ballenas picudas de Perrin ni ninguna otra especie conocida. Y la señal acústica emitida por la especie desconocida no era BW43 ni ningún otro sonido conocido por la ciencia.



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