El Pentágono destinó fondos de una partida de 1.000 millones de dólares asignada para combatir la pandemia a contratistas de defensa que utilizaron los fondos para la construcción de aviones, barcos, chalecos antibala y uniformes, informó este martes (22.09.2020) el diario The Washington Post.
Los fondos eran parte de la llamada "ley Care" que habilitó fondos para adquirir o fabricar material para protección y para prevenir la extensión de la pandemia.
Los fondos del Pentágono, el mayor empleador público de Estados Unidos, estaban destinados a "prevenir, prepararse y responder al coronavirus", pero el Departamento de Defensa, que encabeza Mark Esper, comenzó a dedicar esos fondos a deficiencias que consideraba que tenía en material bélico, casi inmediatamente.
Según los datos y testimonios revisados por el diario, el Pentágono adjudicó a contratistas de defensa centenares de millones de dólares para proyectos que poco o nada tenían que ver con la lucha contra la pandemia, ya que los equipos legales del Departamento de Defensa determinaron que era posible.
Faraónico presupuesto de defensa
Unos 183 millones de dólares se adjudicaron al fabricante de motores de aviación Rolls Royce y a ArcelorMittal, indispensable para mantener la industria naval militar y sus astilleros.
Decenas de millones de dólares se destinaron a satélites, drones o tecnología de vigilancia espacial; 80 millones se adjudicaron a una empresa aeronáutica de Kansas que estaba en problemas por los fallos del Boeing 737 Max y la falta de demanda de transporte aéreo.
Asimismo, se destinaron 75 millones de dólares a subsidiarias de General Electric y se aprobaron gastos por partidas relativamente pequeñas, como 2 millones de dólares que se destinaron a tela para uniformes.
Los legisladores demócratas han pedido abrir una investigación sobre unos gastos que consideran "inaceptables".
Las informaciones sobre el uso de los fondos, que son pequeños comparados con el faraónico presupuesto de defensa estadounidense de más de 686.000 millones de dólares, se conocen en medio de la escasez de máscaras N95 entre los empleados de la salud y la petición de ayuda de algunos estados para distribuir una posible vacuna.
Ayuda a Israel
Mark Esper, más tarde, prometió ayudar a mantener la superioridad militar de Israel en Oriente Medio, en medio de sus preocupaciones por una posible venta de cazas F-35 a Emiratos Árabes Unidos.
"Una piedra angular de nuestra relación de defensa es preservar la ventaja militar cualitativa de Israel en la región", dijo Esper al dar la bienvenida al Pentágono al ministro de Defensa israelí Benny Gantz.
"Estados Unidos está comprometido con eso, y el Departamento de Defensa está comprometido con ese imperativo. Continuaremos apoyando la política estadounidense de larga data de mantener la seguridad de Israel", dijo Esper.
La duda sobre si Washington venderá los cazas avanzados a Emiratos Árabes Unidos ensombreció la semana pasada la ceremonia de la Casa Blanca para los acuerdos de normalización diplomática entre Israel y Emiratos Árabes Unidos e Israel y Bahrein.
El presidente Donald Trump dijo en ese momento que no tendría "ningún problema" en vender aviones de guerra F-35 a Emiratos Árabes Unidos, a pesar de las objeciones del estado judío.
Israel se ha opuesto desde hace mucho tiempo a la venta de F-35 a cualquier aliado de Estados Unidos en la región, incluyendo Jordania y Egipto, que ya reconocen al estado hebreo.
Una venta así podría erosionar la ventaja militar de Israel sobre sus vecinos. Desde la década de 1960, Estados Unidos ha abordado el asunto sobre el principio de que Israel debe mantener una "ventaja militar cualitativa" (QME), y el concepto se ha formalizado en la legislación del Congreso.
Fuente: Deutsche Welle / Globovision
Bueno.. plata es lo que les sobra..
ResponderBorrarAaaahhhh pero ahí no hay violación dé los derechos humanos que maravilla claro pa ése país ni por coño le dicen algo y cómo les moja la mano a todo el mundo menos
ResponderBorrar