Elizabeth Kunz salió del consultorio de su dentista con la boca llena
de problemas y sin recursos para pagar por el tratamiento que
necesitaba. La residente de Carolina del Sur tuvo que extremarse para
encontrar una solución, que finalmente halló en Centroamérica.
Su viaje al trópico fue parte de un experimento de seguro de salud
para reducir los costos médicos: atención en el exterior. Mientras
Washington estudia los modos de controlar los crecientes costos del
cuidado de la salud, más aseguradores ofrecen redes de cirujanos y
dentistas en lugares como Costa Rica y la India, donde los costos pueden
ser hasta un 80% inferiores a los de Estados Unidos.
Hasta hace poco, la mayoría de los estadounidenses que viajaban al
exterior para recibir atención médica más barata o no tenían seguro o
eran acaudalados. Pero el perfil del turista por motivos médicos está
cambiando.
Ahora es más probable que sean personas cubiertas por aseguradores privados que buscan impedir que los costos se descontrolen.
Los cuatro principales aseguradores comerciales de la salud -con una
afiliación de casi 100 millones de personas- han lanzado programas
pilotos que ofrecen viajes al exterior o han estudiado su posibilidad.
Varios aseguradores más pequeños y corredores también han introducido
opciones de viajes a cientos de empleadores en todo el país. El
crecimiento ha sido lento en parte debido a que algunos pacientes y
empleadores se preocupan por la calidad del cuidado médico y la
responsabilidad legal si algo sale mal.
Además, los pacientes que tienen planes tradicionales con bajos
deducibles -sumas que tiene que desembolsar el paciente aparte de lo que
le cubre el seguro- podrían tener pocos incentivos para viajar.
Pero un número creciente de consumidores con deducibles altos, que
les requieren mayores pagos, podría hacer más atractiva esa opción.
Mientras tanto, la oferta del cuidado médico en el exterior ha ejercido
un efecto saludable en la nación: algunos proveedores médicos en Estados
Unidos ofrecen rebajas para contrarrestar la competencia extranjera.
Esta competencia doméstica y la depresión económica han reducido el
crecimiento del turismo médico en el último año, mientras los pacientes
postergan los procedimientos electivos que involucran grandes costos,
dijo Paul Keckley, director ejecutivo del Centro Deloitte para
Soluciones de la Salud. El año pasado, el centro calculó que seis
millones de personas en Estados Unidos harían viajes de turismo médico
en el 2010. Pero desde entonces Keckley redujo esa proyección a
1.600.000. De todos modos, esa cifra duplica con creces los 750.000 que
viajaron al exterior en el 2007, el último año para el que Deloitte
tiene cifras confirmadas.
Keckley anticipa que el turismo médico se recuperará a medida que más
aseguradores ofrezcan la opción y más gente termine con planes que
exigen deducibles elevados. Se calcula que los costos de salud para los
empleadores que ofrecen seguro a sus trabajadores subirán el 9,2% este
año y otro 9% en el 2010, según la firma consultora
PricewaterhouseCoopers.
Eso podría significar aumentos de gastos para los empleados por medio
de más elevadas primas, deducibles o pagos adjuntos -una cifra fija que
desembolsa el paciente aparte de lo que cubra su seguro-.
La atención médica en el exterior podría permitir ahorros superiores a
los 40.000 dólares, sin contar los costos de viajes, para
procedimientos como reemplazo de rodilla o desvío coronario.
Los aseguradores, o los empleadores que suministran su propio seguro,
pueden ahorrar entre el 50% y el 90% de las principales reclamaciones
médicas, dijo Jonathan Edelheit, presidente de la Asociación de Turismo
Médico, con sede en la Florida.
El menor costo de vida y los menores precios de los suministros
médicos y remedios ayudan a reducir los costos de la atención médica en
el exterior en comparación con los proveedores estadounidenses.
Mientras los empleadores o aseguradores se embolsan gran parte de
esos ahorros, los costos menores pueden significar la diferencia entre
un gasto manejable y un gasto devastador para los pacientes con planes
de deducibles altos.
Estos planes cada vez más populares pueden significar gastos
superiores a los 5.000 dólares para los pacientes individuales y 10.000
dólares para los planes familiares.
Los costos elevados también son frecuentes con los seguros dentales,
uno de los motivos por los cuales el turismo dental también se ha hecho
popular.
Kunz, de 47 años, dudaba al principio de lo que podía ahorrar
visitando a un dentista costarricense por medio de un programa ofrecido
por su asegurador, BlueCross BlueShield de Carolina del Sur.
Pero un estudio comparativo -con la ayuda del asegurador- la
persuadió a tomar el avión. Le reemplazaron ocho coronas, le emplomaron
una muela y le hicieron un tratamiento de conducto.
En Estados Unidos, por su seguro, habría tenido que desembolsar
10.000 dólares, pero por haberlo hecho afuera sólo tuvo que pagar 2.800 y
el seguro pagó el resto.
Fuente: YVKAE Mundial
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