Un spa en Nuevo México habría infectado al menos a cinco pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) tras aplicarles un tratamiento conocido como la técnica «facial de vampiro».
Este procedimiento consiste en rejuvenecer la piel utilizando su propia sangre. El mismo implica el uso de plasma y plaquetas de la sangre aplicados en la cara mediante microagujas o inyecciones ordinarias.
Un tratamiento facial de vampiro tradicional comienza con la toma de una pequeña cantidad de sangre. A esta la hacen girar en una centrífuga para extraer un plasma rico en proteínas. Luego se concentra la muestra para crear plasma rico en plaquetas.
Esto se puede aplicar tópicamente en la cara, seguido de microagujas para crear punciones superficiales en la piel. El procedimiento beneficia al estimular la renovación celular, aumentar la producción de colágeno y elastina y crear una apariencia más suave, joven y tersa.
Se recomienda a las personas que estén considerando estos procedimientos que busquen un dermatólogo o cirujano plástico certificado. Cuando no los realiza un proveedor autorizado en un ambiente adecuadamente esterilizado, los tratamientos facial de vampiro pueden representar fácilmente un peligro grave para la salud.
Esto fue lo que ocurrió en el VIP Beauty Salon and Spa, ubicado en Albuquerque, Nuevo México. El mismo fue cerrado en 2018 luego de una inspección estatal.
En julio del año pasado, el Departamento de Salud de Nuevo México (DOH, por sus siglas en inglés) aconsejó a antiguos clientes del mencionado Spa, que se hicieran la prueba del VIH, después de que se confirmara un caso inicial.
Según el DOH en ese momento, los clientes que recibieron “servicios relacionados con inyecciones”, incluido un tratamiento facial de vampiro o inyecciones de Botox, pueden haber estado expuestos a enfermedades transmitidas por la sangre.
Las pruebas a 100 antiguos clientes continuaron durante 2019. Después de que los investigadores descubrieron que las prácticas en el salón podrían haber propagado infecciones transmitidas por la sangre, como el VIH, la hepatitis B y la hepatitis C.
Durante las pruebas iniciales en 2019, se determinó que dos casos de VIH podrían estar relacionados con procedimientos realizados en el spa. En total al menos cinco pacientes identificados del spa, han salido positivo a VIH, tres de ellos vinculados a tratamientos «faciales de vampiros»; cuatro mujeres y un hombre.
El equipo de investigación identificó a 59 clientes en riesgo de exposición y examinó a 198 clientes de spa. También lo hizo con sus parejas sexuales entre 2018 y 2023. Afortunadamente, no se identificaron infecciones adicionales por VIH ni se detectaron infecciones por hepatitis B o hepatitis C.
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