Forman parte de la fantasía popular como muchas otras herramientas 
que aseguran tener efecto sobre el deseo. El término “afrodisíaco” 
deriva de Afrodita, la diosa griega del sexo. Su consumo se relaciona 
con imágenes que despiertan las fantasías. Sin embargo, ninguno de sus 
efectos ha sido comprobado científicamente.
“Decididamente no existen los alimentos afrodisíacos- afirma Juan 
Carlos Kusnetzoff, médico sexólogo y director del Programa de Sexología 
del Hospital de Clínicas-. Más bien estos constituyen un mito creado por
 los humanos para llenar el vacío en un área -la sexual- que ha estado 
reprimida, oculta y desplazada durante siglos”.
Muchas personas dicen haber experimentado los efectos de estos 
alimentos en el incremento directo del deseo y creen en su efectividad. 
La explicación de estas impresiones, como de cualquier otro condimento 
que se sume a la cama (vestimenta, iluminación, imágenes y música), 
radica en lo que se conoce como “efecto placebo”. “El mundo se mueve con
 las creencias: desde lo psicológico, si alguien cree fervientemente en 
algo, esto se producirá”, dice Kusnetzoff.
En la mayoría de los casos, los efectos se dan a nivel de sensibilidad o estímulo, pero en muy pocos casos en la eficiencia de la respuesta sexual. Como dicen los profesionales: “La mente es el afrodisíaco más potente”.
En la mayoría de los casos, los efectos se dan a nivel de sensibilidad o estímulo, pero en muy pocos casos en la eficiencia de la respuesta sexual. Como dicen los profesionales: “La mente es el afrodisíaco más potente”.
Sin embargo, entre tantas creencias erradas, algunos alimentos tienen
 propiedades esenciales para el debido funcionamiento de todos los 
órganos, incluso los reproductores. Con su ayuda, se mantiene el cuerpo 
saludable a la vez que se mantienen activos tejidos y sistemas 
inherentes a la sexualidad. Como premisa, se debe consumir alimentos 
frescos y mantener un balance de dieta entre hidratos y proteínas. 
También es fundamental reducir el exceso de alcohol.
La doctora Mónica Katz, especialista en Nutrición, dice que “existen 
muchos alimentos y nutrientes contenidos en ellos con efectos 
relacionados indirectamente con la sexualidad y el erotismo. Por 
ejemplo, nuestra yerba mate es vasodilatadora, por lo que aumenta el 
flujo sanguíneo en zonas genitales. Similares efectos tiene la arginina,
 un aminoácido presente en almendras, alimentos de origen animal y en el
 ginkgo biloba, que estimula la producción de óxido nítrico”, agrega. 
También los fitoestrógenos de la soja son similares a los estrógenos 
humanos, hormonas femeninas que estimulan la libido, y existe evidencia 
de que el ginseng, que potencia el desarrollo del esperma en los toros, 
en humanos mejora la función eréctil.
Además, las vitaminas B y C y el magnesio son aliados esenciales porque colaboran para mantener un nivel óptimo de energía.
Gran cantidad de mitos se han tejido alrededor del chocolate. Su 
dulzura y textura lo hacen ideal para condimentar un postre compartido y
 protagonizar el juego previo. Además, el placer de consumirlo aumenta 
su fama como poderoso afrodisíaco. Lo cierto es que “es rico en 
teobromina, una sustancia similar a la cafeína, que es estimulante; y 
contiene fenilalanina, la sustancia del enamoramiento, que aumenta 
durante el orgasmo y también tiene efectos estimulantes” subraya Katz. 
Por último, su cuota de arginina también beneficia al sistema 
circulatorio, importante en la excitación y responsable del flujo 
sanguíneo.
Otros protagonistas de la fantasía son los que burla Ricardo Arjona 
cuando canta “el afrodisíaco más cumplidor, no son los mariscos sino el 
amor”. Los frutos de mar tienen reconocida propiedad afrodisíaca según 
el mito popular pero, en la realidad, deben ese título a la tirosina, un
 aminoácido que incrementa la dopamina (hormona del placer) en el 
cerebro. “También poseen elevado contenido de zinc, que interviene en la
 producción de testosterona (la hormona masculina) y mejora la 
producción de esperma, porque da movilidad a la cola del 
espermatozoide”, asegura la especialista.
“El apio es conocido como afrodisíaco debido a su contenido de 
androsterona, una feromona liberada por el hombre a través de la 
transpiración que estimula a la mujer. Pero sólo está presente en 
pequeñas cantidades”, cuenta Mónica, y da un tip: es mejor comerlo 
crudo. Otra verdura reconocida es el espárrago, “contiene ácido fólico, 
que aumenta la histamina: esta sustancia se libera durante la excitación
 sexual”, dice.
Por último, la canela es la especia cuyo aroma más estimula el flujo sanguíneo peneano.
En general, una alimentación saludable es el mayor secreto para una vida sexual satisfactoria. Y estos ingredientes son buenos aliados. Pero siempre el mejor afrodisíaco es la buena compañía.
En general, una alimentación saludable es el mayor secreto para una vida sexual satisfactoria. Y estos ingredientes son buenos aliados. Pero siempre el mejor afrodisíaco es la buena compañía.
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