Capturados Rolando De Jesús Simancas Álvarez (25), conocido como “El Rolandito” a Roberto Ferrer Ferrer, alías “Robert” |
Jhonatan Collarin |
A la izquierda, Andy Antonio Nava Rodríguez (28) y a la dcha. Omar José Niño Tuarez (35) |
En horas de la tarde de este miércoles fueron
capturados en Ciudad Bolívar, Rolando De Jesús Simancas Álvarez (25),
conocido como “El Rolandito” y a Roberto Ferrer Ferrer, alías “Robert”,
asesinos de los funcionarios de Polimaracaibo, Andy Antonio Nava Rodríguez (28)
y Omar José Niño Tuarez (35), el pasado 27 de julio en el conjunto residencial
Isla Dorada, al norte de Maracaibo.
Informaciones ofrecidas por el comisario José Luis
Belisario, jefe de la policía del municipio Heres, en Ciudad Bolivar, revelan
que también fue capturado Jhonatan Collarin quien hace ocho meses salió de
la cárcel Sabaneta donde estuvo preso por homicidio. Los tres sujetos fueron
detenidos a las dos de la tarde en una casa de campo que habían alquilado en el
asentamiento campesino Los Baez. Se encontraban en compañía de tres mujeres
nativas de Maracaibo, dijo el jefe policial
En su poder tenían dos pistolas nueve milímetros y
cédulas falsas con las que pretendían burlar a las autoridades. Según Belisario
un trabajo de inteligencia que realizaban por una serie de robos cometidas a
residencias, dio con el paradero de estos delincuentes.
Un total de siete atracos a zonas residenciales de la
parroquia Vista Hermosa de Ciudad Bolivar y en el sector San Rafael, habían
cometido estos tres hampones en los últimos tres meses.
La noticia de la captura le fue notificada al
gobernador del estado Bolívar y a la delegación del CICPC de esa región
oriental. Se estiam que a más tardar mañana serán enviados estos asesinos de
policías y “robaquintas” a Maracaibo.
Los dos oficiales de Polimaracaibo fueron sorprendidos
por estos delincuentes luego que otros dos miembros de esa banda -vistiendo
uniformes de DIRECTV- pretendían robar varias residencias en Lago Villa I de
Isla Dorada. Los dos criminales fueron tan crueles y despiadados que cuando los
oficiales estaban tiroteados en el suelo, los remataron levantándole el chaleco
antibalas a uno para volverles a disparar. Luego se les llevaron las dos armas
de reglamento.
El par de hampones forman parte de una banda que opera en la zona norte de Maracaibo y en el municipio Mara. Así reseñó NOTICIA AL DÍA la información minutos después del doble asesinato que conmocionó a maracaibo.
El par de hampones forman parte de una banda que opera en la zona norte de Maracaibo y en el municipio Mara. Así reseñó NOTICIA AL DÍA la información minutos después del doble asesinato que conmocionó a maracaibo.
A las nueve de la mañana tres sujetos llegaron a bordo
de un auto en la pequeña villa de seis quintas “Lago Villa I” ubicada en un
área de Isla Dorada denominada Sotavento; la intención no era otra que asaltar
una de las viviendas y para ello se hicieron pasar por operadores de cables de
Directv, con sus respectivos uniformes.
El vehículo en el que llegaron, descritos por algunos
testigos como un Corsa verde y por otros como un Ford Fiesta del mismo color,
fue estacionado frente a lo que parecer una gran mansión en construcción. Uno
de los delincuentes especialista en este tipo de robo se bajó y aprovechó que
un auto había salido para entrar a Lago Villa I. A pocos metros se le podía
leer el logo de la empresa de cables, diría después un testigo. Con un koala
puesto llegó al frente de una de las quintas y tocó el timbre. Una dama acudió
al llamado pero inteligentemente no abrió la puerta pese a que el extraño se
anunció como un operador que estaba revisando la señal de trasmisión.
Una semana antes, vecinos habían denunciado ante
Polimaracaibo y el CPEZ, la presencia de personas y vehículos sospechoso en esa
zona, azotada constantemente por el hampa. Ese sería la razón por la cual la
directiva de la policía municipal había designado a dos de sus funcionarios
motorizados para que estuvieran todo el día en Isla Dorada realizando labores
de patrullaje.
Andy Antonio Nava Rodríguez (28) y Omar José Niño
Tuarez (35), dos oficiales agregados pertenecientes a la octava promoción y con
tres años de servicio en la PDM, fueron los elegidos. Cerca de las 9:20 de la
mañana entraron por la avenida Maracaibo hacia Sotavento, en cuyo tapón se
encuentra las villas Lago Villa I y Costa Serena. La llamada avenida Maracaibo,
dividida en dos canales separados por una isla llena de árboles, culmina en
esos dos conjuntos residenciales. A mano izquierda se encontraba estacionado el
auto que los oficiales detectaron como sospechoso. Andy Nava, en su moto 173 y
Omar Niño, en la 18, se desplazaban separados a escasos dos metros. Se presumen
que al ver el vehículo le llegaron pero sin hacer una debida “parada”, como se
le dice en el argot policial a la manera como se debe chuequear a ocupantes de
un auto. Nunca reportaron a la central de comunicaciones la presencia del carro
sospechoso.
El uniforme de operadores de cable que portaban los ocupantes del auto habría hecho que los dos oficiales actuaran con confianza. Por la forma como quedó la moto de Andy Nava, parada en medio de la vía, se cree que este nunca se bajo. Los dos funcionarios les habrían indicado a los tripulantes del vehículo que descendieran y se presume que al menos uno, lo hizo pero inmediatamente le disparó a Andy, a quien tenía en la línea de tiro. El oficial cayó al suelo impactado seis veces en tanto que Omar Niño quiso refugiarse entre los árboles para poder disparar pero el atracador que había tocado el timbre salía ene se momento y se cree que fue este quien le disparó diez veces. Al lado del cadáver de Andy los detectives del CICPC recolectaron cinco casquillos de bala 9 mm y dos plomos, evidenciándose que le dispararon desde afuera del auto. A tres metros, quedó moribundo Omar Niño rodeado de unos nueve casquillos.
El uniforme de operadores de cable que portaban los ocupantes del auto habría hecho que los dos oficiales actuaran con confianza. Por la forma como quedó la moto de Andy Nava, parada en medio de la vía, se cree que este nunca se bajo. Los dos funcionarios les habrían indicado a los tripulantes del vehículo que descendieran y se presume que al menos uno, lo hizo pero inmediatamente le disparó a Andy, a quien tenía en la línea de tiro. El oficial cayó al suelo impactado seis veces en tanto que Omar Niño quiso refugiarse entre los árboles para poder disparar pero el atracador que había tocado el timbre salía ene se momento y se cree que fue este quien le disparó diez veces. Al lado del cadáver de Andy los detectives del CICPC recolectaron cinco casquillos de bala 9 mm y dos plomos, evidenciándose que le dispararon desde afuera del auto. A tres metros, quedó moribundo Omar Niño rodeado de unos nueve casquillos.
Los sanguinarios delincuentes les quitaron las dos
pistolas a los oficiales caídos y uno de los radios trasmisores, los cuales
fueron desactivados seguidamente de que Polimaracaibo se enterara de la
masacre. Un oficial del CPEZ, fue el primero en llegar a la escena de los
asesinatos. Con el único radio que no se llevaron los asaltantes participó lo
ocurrido a la central de la PDM y con su frecuencia alertó a la Centro de
Coordinación policial del CPEZ de Coquivacoa la novedad.
Para ese entonces ya Andy Nava había fallecido en
tanto que su compañero aún respiraba. En segundos decenas de funcionarios de
Polimaracaibo y el Cpez se presentaron en el sitio. Omar Niño fue llevado con
la urgencia del caso a SANIPEZ pero a los pocos minutos murió producto de los
diez balazos que recibió.
Cientos de oficiales, unos con lágrimas en los ojos y
otros llenos de ira e impotencia, no salían de su asombro al ver a Andy tirado
en el asfalto sin vida, uniformado y hasta con su casco y lentes puestos. Los
máximos jefes de la PDM, Polisur, CPEZ, Secretaría de Seguridad y Orden Público
y del CICPC, acudieron a la escena de los crímenes. Cada uno hacía su trabajo.
Los mejores hombres de los cuerpos uniformados se desplegaron por los cuatro
puntos cardinales de Maracaibo en busca del auto Corsa o Fiesta.
El comisario Jhonny Salazar, jefe de la Delegación del CICPC-Zulia, confirmó que los delincuentes estaban uniformados como empleados de una operadora de cable y que investigan si estos iban a asaltar una de las seis residencias de esa villa o pretendían practicar un secuestro. Por la forma como actuaron los delincuentes inicialmente se especulaba que se trataba de narcos que transportaban un importante alijo de droga recién retirado de la costa del lago o de un grupo de secuestradores quienes pretendían llevarse a una persona de ese lugar; pero por el testimonio de algunos testigos la hipótesis que más cobra fuerza es que el trío de asesinos pertenecen a una banda de “robaquintas” se vieron sorprendidos y ante la soledad del lugar decidieron enfrentarse a los oficiales, quienes al parecer ninguno tuvo tiempo de accionar su arma. El comisario Salazar dijo que las experticias científicas que se realizaran a las evidencias determinaran si uno de los funcionarios le dio tiempo de disparar su pistola.
El comisario Jhonny Salazar, jefe de la Delegación del CICPC-Zulia, confirmó que los delincuentes estaban uniformados como empleados de una operadora de cable y que investigan si estos iban a asaltar una de las seis residencias de esa villa o pretendían practicar un secuestro. Por la forma como actuaron los delincuentes inicialmente se especulaba que se trataba de narcos que transportaban un importante alijo de droga recién retirado de la costa del lago o de un grupo de secuestradores quienes pretendían llevarse a una persona de ese lugar; pero por el testimonio de algunos testigos la hipótesis que más cobra fuerza es que el trío de asesinos pertenecen a una banda de “robaquintas” se vieron sorprendidos y ante la soledad del lugar decidieron enfrentarse a los oficiales, quienes al parecer ninguno tuvo tiempo de accionar su arma. El comisario Salazar dijo que las experticias científicas que se realizaran a las evidencias determinaran si uno de los funcionarios le dio tiempo de disparar su pistola.
Una de las pistas importantes que poseen los
investigadores del CICPC son las presuntas huellas que habría dejado uno de los
asaltantes en la puerta de la casa donde tocó el timbre con intenciones de
someter a los ocupantes de la misma.
El director de la PDM, comisario Eduardo Villalobos, dijo que la lamentable situación se produjo al conseguirse frente a frente los delincuentes armados y los oficiales. Aseguró que con estas dos muertes ya son siete los funcionarios que han sido asesinados en los dos últimos años. Este mismo mediodía dos retratos hablados de uno de los homicidas fueron elaborados por expertos dibujantes con la ayuda de testigos y difundidos en las redes sociales.
El director de la PDM, comisario Eduardo Villalobos, dijo que la lamentable situación se produjo al conseguirse frente a frente los delincuentes armados y los oficiales. Aseguró que con estas dos muertes ya son siete los funcionarios que han sido asesinados en los dos últimos años. Este mismo mediodía dos retratos hablados de uno de los homicidas fueron elaborados por expertos dibujantes con la ayuda de testigos y difundidos en las redes sociales.
A juicio de muchos funcionarios policiales es la
primera vez que ocurre un hecho de esta naturaleza donde dos funcionarios
activos, uniformados y en funciones de resguardo o patrullaje, son sorprendidos
y masacrados de esa manera. Muchos de los oficiales de Polimaracaibo se
mostraron indignados por el hecho y algunos aseguraron que los dos jóvenes
habían sido asignados a esa zona por interese particulares.
Dijeron que Omar Niño era padre de tres hijos y
residía en Cabimas, mientras que Andy Nava era soltero y vivía con un tío en el
sector valle Frío de Maracaibo.
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