Algunos
hombres y mujeres consideran que la práctica del sexo anal es algo
inquietante y divertido, mientras que otros lo miran como algo perverso,
doloroso o sucio.
De acuerdo con el Dr.
Jesús Ramos, psiquiatra y sexólogo español, actualmente, la práctica
habitual se encuentra en torno al 10% de la población masculina y
femenina.
Por qué no gusta a las mujeres
Esta
práctica sexual requiere grandes dosis de mutua confianza, lubricación,
capacidad de comunicación y paciencia, ya que el ano, al igual que la
vagina, tiene terminaciones nerviosas muy sensibles.
Según
el especialista, muchas mujeres terminan aceptando en mejor o menor
grado el sexo anal por amor a su pareja. Es posible que con el tiempo se
acostumbren y terminen aceptándolo con agrado. Pero, inicialmente, el sexo anal es algo que tienden a rechazar casi todas las mujeres.
5 razones por las que decimos NO a esta práctica
Según el Dr. Ramos, las razones de dicho rechazo son bien sencillas:
1. Muchas mujeres experimentan temor al dolor que dicha práctica pueda ocasionarles. Es un dolor auténtico que se debe a la intensa contractura refleja del ano cuando algo intenta abrirlo abruptamente.
2. Otras
mujeres rechazan el coito anal porque saben que el recto no está
diseñado para la práctica del sexo y no puede soportar repentinos
encuentros sexuales sin sufrir daños. El hombre no puede
moverse tan enérgicamente como lo haría durante el coito vaginal porque
corre el riesgo de dañar tejidos muy delicados.
3. Por otro lado, entre las razones del rechazo, se encuentran las cuestiones higiénicas. A
las mujeres les preocupa tanto qué hacer antes de la relación, para que
el ano se encuentre limpio y sin restos de heces, como, también, temen
manchar el pene con esos restos después del acto.
En ocasiones, las medidas preventivas que hay que poner en marcha para ambas situaciones disuaden, por sí solas, a cualquiera.
4. Una cuarta razón reside en que el sexo anal no procura a la mujer sensaciones eróticas relevantes. Las
mujeres que lo practican pueden sacar placer del contacto físico; de la
situación que ocasiona: un contacto muy primitivo e instintivo; de
proporcionar a su pareja unas sensaciones de ese tipo.
Pero
el ano, aunque tiene terminaciones nerviosas que pueden trasmitir
sensaciones eróticas, estas sólo se despiertan con las caricias, no con
la inserción del pene en el ano.
5. Finalmente, el coito anal resulta más atractivo para los hombres que para las mujeres. Probablemente, a
los hombres les seduce el aspecto animal de este tipo de encuentro,
además de que al ser más cerrado el esfínter anal que la vagina, les proporciona sensaciones más intensas.
De
acuerdo con este experto en sexología, buena parte del rechazo de las
mujeres al sexo anal se debe a que “ellas no admiten que entre nada por
un lugar destinado a que sólo salgan cosas, o porque supongan que ese
tipo de actividad sólo es propia de la homosexualidad femenina y, por
tanto, deduzcan que si su pareja se lo propone es porque tiene algo de
perverso o de homosexual”.
Un último dato:
Como debe ocurrir en cualquier práctica sexual, nadie debe sentirse
obligado a practicar el coito anal sólo porque su pareja se lo pida. El
sexo para ser placentero siempre tiene que ser consentido.
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