La ateroesclerosis se produce por el depósito de placas grasas o “ateromas” en las arterias, y puede causar enfermedad coronaria, infartos y ataques cerebrales.
Una serie de biomarcadores capaces de ayudar en la detección de la ateroesclerosis -la enfermedad silenciosa que causa obstrucción arterial, una de las primeras causas de muerte en el mundo- fueron descubiertos por investigadores de la Universidad de Virginia.
La ateroesclerosis se produce por el depósito de placas grasas o “ateromas” en las arterias, y puede causar enfermedad coronaria, infartos y ataques cerebrales.
A pesar de ello, su acción silenciosa genera que la mayor parte de la gente no descubra su presencia hasta que se declara una enfermedad cardiovascular o se produce un infarto.
Los científicos de la Universidad de Virginia, que publicaron sus estudios en la revista BMC Medical Genomics, compararon los biomarcadores aislados a partir de monocitos (un tipo de glóbulos blancos) en pacientes con historia familiar de alto colesterol con otros de personas sanas.
Así se hallaron 363 genes regulados en forma diferente (más altos o más bajos) en ambos grupos.
La hipercolesterolemia familiar es una enfermedad genética conocida, causada por una mutación que provoca predisposición temprana a la ateroesclerosis.
El doctor Feng Cheng y su equipo pudieron reducir el número inicial a 56 genes, centrándose en aquellos directamente involucrados en la inflamación y el metabolismo de lípidos, carbohidratos y proteínas, así como en los genes responsables del mantenimiento de las células sanguíneas.
Para refinar más aún los exámenes se usaron también perfiles de expresión genéticos completos, inferencia de genes funcionales y variadas técnicas de estadística.
Este “abanico predictivo” pudo detectar a las personas con colesterol alto separándolas en el grupo de control de los pacientes con hipercolesterolemia familiar.
(Con informacion de Correo del Orinoco)
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