Por Anna Karina Rosales
‘Yo era muy plana y no me gustaba
el no poder llenar una copa de sostén, así que desde los 16 me planteé
la operación”, dice Quella Scarpeta.
Si es por motivos de salud, no hay que
pensárselo mucho, pero si el motivo es estético y de satisfacción
personal, hay que pensárselo mejor, sobre todo si una es joven, dicen
expertos a la Plataforma Hablemos de Sexo y Amor.
La demanda de operaciones de implantes
de senos entre mujeres jóvenes en Venezuela es muy alta desde hace por
lo menos unos 10 años. Según la cirujana plástica Zhina Carolina
Albornett, “anualmente se hacen miles de cirugías en todo el país”.
La influencia de los medios ha sido
importantísima en la decisión de miles de mujeres de hacerse la
operación. “Las personas que aparecen en la televisión, la mayoría, por
no decir todas, están operadas”, asegura Albornett. Estas artistas o
reinas de belleza suelen tener un tamaño de busto grande y eso es lo que
buscan las mujeres, reproducir su ideal de belleza, que en este caso es
de bustos generosos.
No sólo Venezuela
Pero el querer tener grandes pechos no
es una cuestión exclusiva de las venezolanas. En México, Colombia y
otros países latinoamericanos, las adolescentes apenas han cumplido o
están por cumplir los 15 años ya quieren efectuarse cirugías estéticas,
sostiene la cirujana.
“La recomendación siempre es
efectuársela después de los 18 años, cuando ya completaron la madurez
corporal e incluso mental, para poder asimilar lo que es una cirugía
estética”, dice Albornetti.
Una pequeña encuesta realizada entre 60
personas en la red social de Hablemos de Amor FB, revela que más de la
mitad se manifiesta a favor de las operaciones mamarias si es que éstas
no implican riesgos. A la cirujana no le sorprende este resultado ya que
cada vez es más común la realización de las mismas y cada vez se tiene
más cuidado con el tipo de producto a utilizar en el implante y en el
cuidado pre y postoperatorio.
¿Y los riesgos?
Si bien en Francia se elevó una alarma tiempo atrás sobre la
dudosa calidad de las prótesis mamarias
de tipo PIP y en Venezuela todavía algunas mujeres se están cambiando
estos implantes, los riesgos de la cirugía plástica de mamas son los
mismos que se corren en cualquier tipo de cirugía correctora, explica
Albornett. El aumento mamario no implica un riesgo adicional por sí
solo.
Lo que se debe tener en cuenta, según la
doctora, es buscar un médico certificado y que sepa escoger los
implantes de mejor calidad que existan y “no dejarse llevar por ofertas
engañosas o que te digan te opero más barato, en esos casos muy
probablemente los implantes ni siquiera están certificados por
instancias oficiales”.
Evitar embarazarse el primer año
Los implantes se pueden colocar detrás
de la glándula mamaria o detrás del músculo que está detrás de la
glándula mamaria y en principio, no deberían interferir con la lactancia
materna.
Lo único que se le recomienda a las
pacientes es que tienen que esperar por lo menos un año o año y medio
para quedar embarazadas, porque existe el riesgo de que la mama aumente
de tamaño y comience a producir leche. “Si no hay una buena
cicatrización, podrían darse casos de pacientes que lamentablemente
tienen salida de leche por la herida operatoria, lo que puede ocasionar
infección”.
Tú decisión y no la de tu madre o tu novio
El cirujano plástico mexicano Miguel
Márquez Dupotex coincide con la doctora Albornett y agrega que lo
principal es que quien quiera operarse debe estar lista física y
emocionalmente y debe haber tomado la decisión por sí sola.
“Primera pregunta que yo plantearía a
alguien que tiene 15 años: ¿Es esa la edad para operarse? ¿Cuándo empezó
a reglar esa jovencita? Si empezó a reglar a los 10 años, a los 15,
probablemente ya esté sexualmente madura y completamente desarrollada
desde el punto de vista físico. Puede entonces operarse y le operamos la
nariz y le operamos, las bubis y le operamos le que quiera, no hay
problema”.
Márquez Dupotex se opone a hacer
operaciones si no se cumplen ciertos requisitos: “Si empezó a reglar a
los 13 o 14 años, a los 15 esta niña está en proceso de convertirse en
mujer. Lo recomendable en ese caso sería esperar hasta los 18 años, a
que haya terminado su desarrollo físico y hormonal.”
El buen consejo es: Si deciden llegar a
la cirugía estética es porque a ellas les nace y físicamente ya
desarrollaron la totalidad de su cuerpo adulto. Márquez agrega un punto
importante: “No vale que la mamá lleve a la hija de 15 años para
operarle la nariz o las orejas porque la mamá es a la que no le gustan”.
El aumento de senos dejó de ser tabú, es
más frecuente de lo que se piensa y cada vez implica menos peligros.
Sin embargo, no es algo que deba asumirse así de rápido, como si se
tratase de elegir una prenda de vestir.
La doctora Albornet concluye que “debe
ser una decisión de la paciente y no porque la mamá o el novio así lo
deseen. Ella tiene que haberse concienzado de los cambios que va a
tener, que va a sufrir una intervención quirúrgica, que los primeros
días son dolorosos y que después va a tener un resultado que a ella le
va a agradar. Tiene que ser algo bien pensado”.
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