Funcionarios del Cicpc acudieron para llevarse los restos del niño y, además, colectaron evidencias para identificar a la madre.
Un
bebé recién nacido, cuyo cuerpo había sido destrozado por perros, fue
hallado, la mañana de este domingo, entre un basurero y el patio de una
vivienda, ubicada en el barrio Los Luchadores, parroquia Los Cortijos
del municipio San Francisco.
Vecinos de la calle 253 con avenida 47N de esa zona contaron que a las 6:00 de la mañana, un residente que limpiaba el patio de su casa vio la sangre y la cabeza del bebé en el patio de una vivienda vecina. De inmediato, alertó a los residentes sobre el hallazgo.
“A las 4:00 de la madrugada escuchamos a los perros ladrando como locos, pero nadie salió porque este barrio es muy peligroso. A las 6:00 am, en un basurero cercano encontramos una bolsa llena de gasas ensangrentadas, una bata amarilla, una tanga de color fucsia, un pañal, la placenta y cordón umbilical. A pocos metros, en el patio de una casa, estaban los perros comiéndose la cabeza del bebé”, contó Yscany Olano, residente del barrio.
Ante el hallazgo, los residentes de esta zona reportaron la situación al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes acudieron para llevarse los restos del niño y, además, colectaron evidencias para identificar a la madre.
“No sabemos quién es la madre de ese bebé, pero esperamos que la capturen por esa atrocidad. Creemos que la mujer parió al niño, lo metió en la bolsa con las demás cosas y lo lanzó en ese basurero para que falleciera. Lamentablemente, los perros encontraron el cuerpo y los destrozaron todo”, contó.
Los funcionarios de la policía científica trasladaron el cadáver del niño a la morgue para determinar bajo qué circunstancias había muerto el bebé.
La última vez que fue reportada la muerte de un niño, en Maracaibo, fue el pasado 23 de septiembre. En esa oportunidad, una bebé, de 7 días de nacida, falleció al recibir un golpe en la cabeza, luego de caerse, presuntamente de los brazos de un médico. El cuerpo de la pequeña ingresó a la morgue de LUZ.
El 13 de septiembre, un niño de apenas 11 meses, identificado como Jesús Javier Rincón González, murió, ayer, cuando cayó de cabeza en un tobo de agua en la finca donde trabaja su madre, Magaly Rincón. La mujer contó que estaba sirviéndole el almuerzo a unos obreros cuando el pequeño caminó hacia el patio y cayó en el envase. Ocurrió en Perijá.
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Vecinos de la calle 253 con avenida 47N de esa zona contaron que a las 6:00 de la mañana, un residente que limpiaba el patio de su casa vio la sangre y la cabeza del bebé en el patio de una vivienda vecina. De inmediato, alertó a los residentes sobre el hallazgo.
“A las 4:00 de la madrugada escuchamos a los perros ladrando como locos, pero nadie salió porque este barrio es muy peligroso. A las 6:00 am, en un basurero cercano encontramos una bolsa llena de gasas ensangrentadas, una bata amarilla, una tanga de color fucsia, un pañal, la placenta y cordón umbilical. A pocos metros, en el patio de una casa, estaban los perros comiéndose la cabeza del bebé”, contó Yscany Olano, residente del barrio.
Ante el hallazgo, los residentes de esta zona reportaron la situación al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) quienes acudieron para llevarse los restos del niño y, además, colectaron evidencias para identificar a la madre.
“No sabemos quién es la madre de ese bebé, pero esperamos que la capturen por esa atrocidad. Creemos que la mujer parió al niño, lo metió en la bolsa con las demás cosas y lo lanzó en ese basurero para que falleciera. Lamentablemente, los perros encontraron el cuerpo y los destrozaron todo”, contó.
Los funcionarios de la policía científica trasladaron el cadáver del niño a la morgue para determinar bajo qué circunstancias había muerto el bebé.
La última vez que fue reportada la muerte de un niño, en Maracaibo, fue el pasado 23 de septiembre. En esa oportunidad, una bebé, de 7 días de nacida, falleció al recibir un golpe en la cabeza, luego de caerse, presuntamente de los brazos de un médico. El cuerpo de la pequeña ingresó a la morgue de LUZ.
El 13 de septiembre, un niño de apenas 11 meses, identificado como Jesús Javier Rincón González, murió, ayer, cuando cayó de cabeza en un tobo de agua en la finca donde trabaja su madre, Magaly Rincón. La mujer contó que estaba sirviéndole el almuerzo a unos obreros cuando el pequeño caminó hacia el patio y cayó en el envase. Ocurrió en Perijá.
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