Un camión arrolló, mientras el conductor también disparaba, a
la multitud que celebraba en Niza el Día de la Toma de la Bastilla y el
comienzo del período vacacional. En el vehículo encontraron explosivos y
armamentos.
Es el tercer atentado más sangriento ocurrido en Europa en
los últimos años, solo superado por los ataques múltiples en París de
noviembre 2015, con 130 muertos, y en Bruselas, en marzo de 2016, con 32
víctimas fatales. El presidente François Hollande había anunciado que
el estado de emergencia se iba a levantar el próximo 26 de julio.
El impacto de una camioneta que se estrelló ayer contra una
multitud que celebraba la fiesta nacional de la Toma de la Bastilla, en
la ciudad de Niza, en el sur de Francia, causó 73 muertos y 100 heridos,
informó el alcalde de la localidad, mientras que la prefectura calificó
el atropello de atentado y pidió a la población que no saliera.
El homicidio múltiple se produjo en el Paseo de los Ingleses, la
rambla costera de esta ciudad turística de la Riviera Francesa en el
Mediterráneo.
El lugar se encontraba abarrotado de personas que disfrutaban el
inicio del período vacacional y el feriado por el aniversario de la
Revolución Francesa. “Vimos gente herida, escuchamos gritar a muchas
víctimas, relató un reportero de la AFP en el sitio. “Era un caos”,
agregó. La policía informó que el conductor del camión disparó contra la
multitud. Luego fue abatido por los oficiales, quienes informaron que
en el vehículo encontraron explosivos y armamentos.
El presidente François Hollande, quien se encontraba en Avignon,
retornó a la capital para ponerse al frente de la situación. “El jefe
del Estado habló con el primer ministro Manuel Valls y con el ministro
del Interior, Bernard Cazeneuve. Va a volver a París directamente a la
célula de crisis”, indicó un boletín de la prensa presidencial.
El ataque se produjo en un contexto de alto riesgo de atentados según
las autoridades francesas, país que interviene militarmente en Siria
contra el grupo yihadista Estado Islámico. De confirmarse las cifras de
víctimas, sería el tercer atentado más sangriento cometido en Europa en
los últimos años, superado por los ataques múltiples en París de
noviembre 2015, con 130 muertos y en Bruselas en marzo de 2016 con 32
víctimas fatales.
Hollande había anunciado, en una entrevista durante las
celebraciones, que el estado de emergencia decretado en el país después
de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, se levantaría a
partir del 26 de julio.
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