Mi cuñada y mi hermano nos dieron un día el tremendo notición de que iban a ser nuevamente padres! y no sólo eso....sino que a la familia llegarían entre diciembre y febrero un par de bellos morochos!
El control de su embarazo lo comenzó a realizar con la Dra. Eva Gundberg en la Clínica La Floresta (que no se les olvide el nombre, por favor) y el procedimiento en este tipo de casos (embarazo gemelar y la edad de mi cuñada...37 años) indicaban que a la semana 14 debía practicarse la anmiosentesis.
Llegado el momento, la Dra. Remitió a mi cuñada a un 'especialista' que casualmente es su hijo, en el mismo centro hospitalario, el Dr. Carlos Franco Gundberg (otro nombre que no deben olvidar) quien en la más absoluta irresponsabilidad y falta de ética, y sin conocimiento previo de que se trataba de dos bebés (no sabemos por qué la comunicación profesional con su madre no existió), le practicó a mi cuñada el mencionado exámen, pero sin reconocer ante ella en ningún momento toda esta situación. Obviamente tuvo que improvisar porque el material quirúrgico estaba dispuesto para una sola punción.
Así practicó el examen haciendo en el abdomen de mi cuñada un total de 3 punciones 'EN UN MISMO
SACO'. Era obvio que su inexperiencia produjo este craso error y todos creíamos, incluso él, que
había extraído líquido de ambos saquitos.
Las fisuras causadas en el saquito de la bebé (eran varón y hembra y ella fue la que recibió las punciones) nunca sanaron...mi cuñada estuvo más de 20 días en reposo absoluto con pérdida de líquido y para ese entonces ya mi hermano había decidido pasar su caso a otra clínica con otro especialista.
El desenlace fue fatal, perdimos a los bebés y casi perdemos a mi cuñada.
El líquido amniótico de la bebé se infectó, esto le produjo la muerte y esta infección pasó al organismo de mi cuñada produciendo una septicemia (envenenamiento de la sangre).
El varoncito permaneció con vida hasta el último momento pero no resistió el trabajo de parto y
murió también (practicar una cesárea en esos casos es contraproducente debido a la infección).
El control de su embarazo lo comenzó a realizar con la Dra. Eva Gundberg en la Clínica La Floresta (que no se les olvide el nombre, por favor) y el procedimiento en este tipo de casos (embarazo gemelar y la edad de mi cuñada...37 años) indicaban que a la semana 14 debía practicarse la anmiosentesis.
Llegado el momento, la Dra. Remitió a mi cuñada a un 'especialista' que casualmente es su hijo, en el mismo centro hospitalario, el Dr. Carlos Franco Gundberg (otro nombre que no deben olvidar) quien en la más absoluta irresponsabilidad y falta de ética, y sin conocimiento previo de que se trataba de dos bebés (no sabemos por qué la comunicación profesional con su madre no existió), le practicó a mi cuñada el mencionado exámen, pero sin reconocer ante ella en ningún momento toda esta situación. Obviamente tuvo que improvisar porque el material quirúrgico estaba dispuesto para una sola punción.
Así practicó el examen haciendo en el abdomen de mi cuñada un total de 3 punciones 'EN UN MISMO
SACO'. Era obvio que su inexperiencia produjo este craso error y todos creíamos, incluso él, que
había extraído líquido de ambos saquitos.
Las fisuras causadas en el saquito de la bebé (eran varón y hembra y ella fue la que recibió las punciones) nunca sanaron...mi cuñada estuvo más de 20 días en reposo absoluto con pérdida de líquido y para ese entonces ya mi hermano había decidido pasar su caso a otra clínica con otro especialista.
El desenlace fue fatal, perdimos a los bebés y casi perdemos a mi cuñada.
El líquido amniótico de la bebé se infectó, esto le produjo la muerte y esta infección pasó al organismo de mi cuñada produciendo una septicemia (envenenamiento de la sangre).
El varoncito permaneció con vida hasta el último momento pero no resistió el trabajo de parto y
murió también (practicar una cesárea en esos casos es contraproducente debido a la infección).
Mi cuñada estuvo una semana en terapia intensiva luchando por su vida. Afortunadamente, ya la tenemos con nosotros, está recuperándose en casa de toda esta terrible experiencia que destruyó las ilusiones de toda una familia.
Ahora yo me pregunto: cómo es que estas personas pueden llegar a un nivel de irresponsabilidad
tal, que ponen en peligro a tres vidas y exponen a una familia entera a una desgracia de esta magnitud? Por qué si la Dra. Gundberg sabía que su hijo no había practicado nunca este examen en un embarazo múltiple remite a mi cuñada a su consultorio? por qué él al darse cuenta del caso no reconoce su inexperiencia y decide practicar el exámen? El error de mi cuñada fue confiar que estaba en las manos de un especialista, no en manos de un asesino irresponsable.
Ambos no merecen su título de médicos, les queda grande y ahora nosotros debemos juntos superar este difícil trance que sin duda nos marcó para siempre. Ojala que mi historia impida que otras mujeres caigan en las manos de estas personas.
El padre de mi cuñada redactó una carta dirigida al Dr. Carlos Franco con copia al Colegio de Médicos y a la clínica La Floresta de manera que se apliquen las sanciones pertinentes.
Ojala éste no sea un caso más no resuelto. Quizás salgan airosos de esta, pero no escaparán al
desprestigio y al poder de Internet si ustedes deciden re enviar este correo a sus familiares y amigos...
Mil gracias!
Ingrid Gamboa
Mónica Borges
Ave. Venezuela, Edf. Torre Clement, Piso 1, El Rosal, Caracas 1050.
Telf. (0058-212) 905 3737
Fax. (0058-212) 951 1956.
e-mail: monica.borges@genmills.com
Ahora yo me pregunto: cómo es que estas personas pueden llegar a un nivel de irresponsabilidad
tal, que ponen en peligro a tres vidas y exponen a una familia entera a una desgracia de esta magnitud? Por qué si la Dra. Gundberg sabía que su hijo no había practicado nunca este examen en un embarazo múltiple remite a mi cuñada a su consultorio? por qué él al darse cuenta del caso no reconoce su inexperiencia y decide practicar el exámen? El error de mi cuñada fue confiar que estaba en las manos de un especialista, no en manos de un asesino irresponsable.
Ambos no merecen su título de médicos, les queda grande y ahora nosotros debemos juntos superar este difícil trance que sin duda nos marcó para siempre. Ojala que mi historia impida que otras mujeres caigan en las manos de estas personas.
El padre de mi cuñada redactó una carta dirigida al Dr. Carlos Franco con copia al Colegio de Médicos y a la clínica La Floresta de manera que se apliquen las sanciones pertinentes.
Ojala éste no sea un caso más no resuelto. Quizás salgan airosos de esta, pero no escaparán al
desprestigio y al poder de Internet si ustedes deciden re enviar este correo a sus familiares y amigos...
Mil gracias!
Ingrid Gamboa
Mónica Borges
Ave. Venezuela, Edf. Torre Clement, Piso 1, El Rosal, Caracas 1050.
Telf. (0058-212) 905 3737
Fax. (0058-212) 951 1956.
e-mail: monica.borges@genmills.com
Estén alertas y pendientes gravense esos dos nombres que personas así no merecen trabajar y menos jugar porque eso fue lo que hicieron con las vidas de los seres humanos y de los que quieren venir a vivir y a estar en este mundo que tristeza y pena dan estas dos personas haciéndose llamar médicos profesionales.
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